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Personaje "oscuro", poco amigo de las fotos -en su cuenta de Facebook utiliza un avatar (evita así dar a conocer su imagen física)-, que siempre andaba metido en negocios de diversa índole y, ante todo, "chuleta y estirado". Así recuerdan a Juan C.L. personas que en su día estuvieron vinculadas a su entorno, sobre todo a su trabajo en el Club Atlético Voleibol Murcia 2005, que desapareció en el verano de 2011 tras conquistar todos los títulos posibles y de contar en sus plantillas con las mejores jugadoras del momento. Pero el sueño se rompió por culpa del dinero y, desde entonces, poco se ha sabido en Murcia del valenciano.
Juan C.L. llegó a Murcia en 2008 después de una mala experiencia en el equipo de la Politécnica de Valencia, que llegó a ascender a Superliga femenina, la máxima categoría, y al que llegó tras dirigir, durante algo más de año y medio, el Club Voley de Quart de Poblet, al que estuvo vinculado hasta 2005.
Aunque en principio ocupó un puesto de poca relevancia en el club murciano, pronto se hizo con las riendas. También adquirió gran protagonismo en el Club Atlético Ciudad de Murcia, con sede en Lorquí, donde llegó a encargarse de fichar a jugadores pese a su inexperiencia en este deporte.
En Murcia es recordado por su manera "pulcra y cuidada" a la hora de vestir. Pronto se ganó el apodo de "El Gominas". Quienes tuvieron relación con él coinciden en una misma cosa: siempre estaba buscando hacer negocios y proponiéndoselos a aquéllos que quisieran aportar financiación. De hecho, hay quienes lo recuerdan como una persona que "siempre estaba pidiendo dinero". Su historia en Murcia no acabó bien y regresó a Valencia, donde intentó seguir vinculado con el voleibol al crear una empresa de servicios deportivos.
