Un hombre, supuestamente natural de Sierra Leona, llevaba cerca de un año viviendo en Valencia con una identidad falsa para eludir a la Justicia. Con la documentación falsificada el presunto delincuente se había empadronado en la ciudad, se había hecho la tarjeta sanitaria, tenía un bono de metro con su nuevo nombre e incluso se había atrevido a presentar una denuncia en una comisaría de Policía Nacional, sin que en ninguno de estos procesos administrativos nadie se percatara del engaño.

La suerte se le acabó el martes cuando una patrulla de la Policía Local de Valencia lo paró por una simple infracción de tráfico. El fugitivo, sobre el cual pesaba una orden de búsqueda e ingreso en prisión por un delito de atentado a agente de la autoridad, se acababa se saltar un semáforo en rojo con su bicicleta en la avenida del Puerto, por lo que los agentes procedieron a su identificación para sancionarlo.

Al comprobar que la documentación que portaba no era del todo correcta los agentes lo trasladaron a dependencias policiales donde poder tomarle la filiación. Asimismo, con la colaboración del grupo de Extranjería de la Policía Nacional, la Policía Local detuvo al sospechoso al descubrir que tenía una orden de búsqueda e ingreso en prisión de un juzgado de Valencia. Además, los agentes se percataron de que la documentación que portaba era falsa y que la identidad que figuraba en ella no era la de esta persona.

El arrestado, que según la documentación falsa debía tener 30 años y ser natural de Sierra Leona, había utilizado este pasaporte falsificado para empadronarse a principios de año en la ciudad de Valencia. Asimismo, había obtenido la tarjeta sanitaria y se había sacado un bono metro con su nuevo nombre.

Pero lo más insólito de todo es que el presunto delincuente incluso se había atrevido a ir a una comisaría de policía para presentar una denuncia por la sustracción de su bicicleta con dicha documentación falsa. Denuncia que fue tramitada sin que nadie se percatara de que el denunciante no era quien decía ser.

El arrestado tenía pendiente una condena por atentado a agente de la autoridad, a la que se suma ahora la falsificación documental.