La fiscal solicita una pena de nueve años y medio de prisión para un hombre acusado de secuestrar y torturar en abril de 2012 a un extrabajador al que empleó tiempo atrás en una de las dos fruterías que regenta en Picassent y que le había denunciado por una deuda de salarios.

El Ministerio Público considera al procesado autor de los delitos de detención ilegal y lesiones con diferentes agravantes, y reclama para el mismo la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante 13 años y que la indemnice con una cantidad que deberán concretar en juicio los forenses pero no inferior a 10.000 euros.

En el juicio celebrado hoy en la Sección Segunda de la Audiencia de Valencia, el procesado, de origen paquistaní, ha negado los hechos, asegurando al tribunal que incluso mantenía "buena relación" con la víctima y que no sabía que le había denunciado ante el Ministerio de Trabajo.

La víctima, otro hombre también natural de Pakistán, ha insistido en su versión de los hechos, y se ha mostrado molesto con el acusado porque eran "amigos" y trabajaban juntos.

Según el relato fiscal provisional, alrededor de las 21.00 horas del 14 de abril de 2012, Mir M.I., de 43 años, en situación regular en España, invitó a Sohail I., que había trabajado en una de las fruterías que regentaba, a subir al vehículo con el que circulaba por la localidad valenciana de Picassent, donde ambos residían.

En el interior del turismo, abordó el asunto de la denuncia que Sohail había presentado días antes como consecuencia de su situación laboral en la frutería.

Minutos después de ir circulando, el acusado detuvo el vehículo, subiendo al asiento trasero del mismo un individuo que no ha sido identificado y que, en connivencia con el primero, puso una bolsa de plástico en la cabeza de Sohail.

Le trasladaron a un campo de naranjos ubicado en el Camí del Mas, en el término municipal de Picassent, y, tras bajarle del coche, le golpearon, quedando aturdido en el suelo.

Luego le ataron de pies y manos y el acusado, con un cuchillo, le hizo varios cortes por el cuerpo, pidiéndole que retirara la denuncia, algo a lo que la víctima se negó a pesar de sufrir varias amenazas.

Posteriormente, dejaron a Sohail atado a un árbol, inmovilizado y sin capacidad de pedir auxilio, hasta aproximadamente el mediodía siguiente.

Acudieron de nuevo al lugar y él insistió en que no iba a retirar la denuncia, y sus captores se marcharon definitivamente del lugar.

En la vista celebrada hoy en la Audiencia Provincial, el acusado ha asegurado que el día de los hechos él se fue "de la tienda a casa", donde le esperaba su mujer y sus tres hijos y que ya no salió.

Ha afirmado que "nunca" ha tenido problemas con trabajador alguno de sus dos fruterías, y que nunca ha dejado de pagarles el salario.

"Tomé café días antes con él. Me preguntó si tenía trabajo para él y le dije que quería abrir otra frutería y que se esperara, que le llamaría. No me reclamó dinero", ha declarado.

El extrabajador, por contra, ha asegurado que le llevaron "engañado" con el coche "con una bolsa de plástico en la cabeza" y que le pegaron y torturaron en el campo de naranjos, donde le abandonaron "a oscuras".

Ha dicho que le denunció porque le debía "dinero después de haber trabajado mucho tiempo".