El Supremo ha ratificado la condena de 8 meses de prisión que la Audiencia de Valencia le impuso a un portero de una sala de fiestas de Catarroja que propinó un golpe mortal a un cliente el 9 de abril de 2005, según informó a Levante-EMV la abogada de la familia de la víctima. La decisión supone que el acusado no ingresará en prisión ya que carece de antecedentes y la pena es inferior a dos años. El padre del fallecido -que contrató al detective Juan de Dios Vargas para recabar pruebas- lamentó que la pena "es muy corta".

El imputado, José M. G., que trabajaba como vigilante de la sala, se acercó a un amigo del fallecido (Javier M.) y le recriminó que se acercara a su novia. El amigo y la chica habían sido pareja. Ambos se citaron en el aparcamiento. La víctima (José Vicente M.) se acercó para ver qué ocurría y el condenado le propinó un golpe que lo tiró al suelo, dándose un cabezazo mortal.