María Ángeles Alonso Sánchez, una mujer de 48 años de Paiporta, se convirtió ayer en la trigésimo octava víctima de la violencia machista este año en España, y la quinta en la Comunitat Valenciana, que en este 2013 está registrando una de sus peores cifras. Apenas 24 horas después de que un joven de 18 años asesinara en Tárrega (Lleida) a su novia, de sólo 14, por decidir romper la relación, María Ángeles moría degollada en la cocina de su casa a manos presuntamente de su marido, Oumar F., de 42 años y natural de Sierra Leona. Y lo hacía delante del hijo que ambos tenían, un chico de sólo 11 años que tuvo que ser recogido por una de sus tías maternas tras el asesinato de su madre.

El crimen se produjo poco antes de las doce de la mañana de ayer. Los gritos del niño y de la víctima pusieron en alerta a un vecino, que llamó al 112 advirtiendo de que una mujer estaba siendo atacada por su pareja en una vivienda del segundo piso del número 15 de la calle Pare Jordi Maria de Paiporta.

Una patrulla de la Policía Local fue la primera en llegar. En la escalera se toparon con Oumar F., que trataba de escapar con una mochila al hombro en la que había introducido todos sus efectos personales. Al verlos, el presunto asesino corrió escaleras arriba y se encerró en la vivienda. Los policías llamaron varias veces al timbre hasta que el sospechoso abrió finalmente la puerta. Los agentes, un hombre y una mujer, vieron que tenía una mano ensangrentada, por lo que lo redujeron y lo detuvieron. La agente femenina encontraba instantes después el cuerpo sin vida de María Ángeles en el suelo de la cocina, donde también estaba el niño. Fue un vecino quien lo recogió en su casa y lo calmó hasta que llegó su tía materna y lo llevó con ella, sobre las 13.15 horas.

Según las primeras apreciaciones del médico forense, la mujer recibió al menos media docena de cuchilladas, una de las cuales le seccionó la carótida, provocándole la muerte por degollamiento. El arma era un cuchillo de cocina de grandes dimensiones que ya ha sido recuperado.

Los agentes se llevaron al cuartel de la Guardia Civil de Paiporta al detenido, que ya había sido arrestado hace más de dos años por malos tratos tras ser denunciado por María Ángeles.

Nada más descubrir el cadáver, la Policía Local alertó a la Guardia Civil, que envió varias patrullas de Seguridad Ciudadana al lugar, así como al equipo de Policía Judicial de Paiporta, al de Mujer-Menor (Emume) de la Comandancia de Valencia y a especialistas del Laboratorio de Criminalística, que inspeccionaron la escena en busca de pruebas para incriminar a Oumar F.

En proceso de separación

El ahora detenido y María Ángeles llevaban más de dos años en una profunda crisis matrimonial, hasta el punto de que ella llevaba semanas inmersa en el proceso de separación, lo que sin duda desató las iras del asesino confeso.

El detonante final que llevó a Oumar „según la versión en la que se escudó el presunto asesino una vez detenido„ a acuchillar ayer a su mujer hasta la muerte fue precisamente la decisión de ella de ir a comer a casa de su hermana mayor a solas con el niño. Sin él. Al parecer, el presunto asesino estaba convencido de que la hermana era quien había convencido a María Ángeles de que se separara de él, versión que la víctima, obviamente, ya nunca podrá corroborar.

Desahuciados en 2011

El supuesto asesino, a quien se han tomado muestras de sangre por orden de la juez de guardia, y María Ángeles se habían trasladado a vivir a Valencia poco después de casarse, hace unos 14 años. La pareja residía en un piso del que, al parecer, habían sido desahuciados en 2011, después de que Oumar se quedara en el paro y no pudieran seguir afrontando el pago mensual de la vivienda.

El ahora detenido había trabajado tanto en labores de recolección como en el sector de la construcción, pero, según él, llevaba más de dos años sin conseguir contratos en ninguna parte.

Tras perder la casa de Valencia, María Ángeles, Oumar y el niño regresaron a Paiporta y se instalaron en la que había sido la casa de los padres de ella, en la calle Pare Jordi Maria, donde ayer se produjo el último crimen machista.

El alcalde de Paiporta, Vicente Ibor, condenó ayer enérgicamente el asesinato y anunció que se han decretado tres días de luto oficial, con las banderas a media asta, y que se ha convocado una concentración de repulsa a las 9.30 horas frente al consistorio.