La mujer de 59 años de edad que el jueves apareció muerta en su vivienda de Santa Pola, junto al cadáver de su marido de 58 ahorcado, falleció por causas violentas según las conclusiones del informe provisional del forense. La autopsia, practicada ayer, señala que la mujer murió por «asfixia por sofocación», lo que da consistencia a la hipótesis de que fuera el hombre quien la mató, quitándose después la vida.

Tras tener conocimiento ayer de esta información, la magistrada del Juzgado de Instrucción Número 3 de Elx en funciones de guardia abrió un procedimiento por el supuesto homicidio, aunque en este caso el homicida estaría también fallecido y por ello en cuanto se completen todos los informes y se pasen al Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Elx se procederá al archivo de la causa, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Se da la circunstancia de que en 2009 un juez dictó una orden de alejamiento de 16 meses que se cumplió en abril de 2010. En aquel momento, la pareja reanudó la convivencia sin que se conozcan episodios posteriores de violencia de género ni el juzgado tenga constancia de denuncias.

Los cadáveres fueron encontrados el jueves a las 9.30 horas por los yernos de la pareja, que acudieron a la vivienda tras varios días sin poder contactar con ellos y después de que no hubieran acudido a recoger a su nieta al colegio. La mujer fue hallada muerta tendida en la cama, con aparentes signos de violencia que ya desde el principio apuntaban a la asfixia como posible causa del fallecimiento y posiblemente mediante el uso de una almohada que se encontró cerca del cuerpo. Por su parte, el hombre fue encontrado ahorcado y dejó una nota en la que pedía perdón a los familiares que podía interpretarse como una confesión.