La cuenta atrás vuelve a empezar. De nuevo María del Carmen García, la mujer a la que se le ha ordenado v0lver a prisión para cumplir condena por quemar al hombre que violó a su hija en Benejúzar, se enfrenta a la amenaza de tener que ingresar en la cárcel. Por momentos parece que está a punto de tirar la toalla. «Yo ya estoy cansada. Ahora me lo dan, ahora me lo quitan. Si tengo que ir a la cárcel, pues iré y acabamos con todo esto», aseguró ayer a este diario durante una visita al despacho de su abogado, Joaquín Galant, para afrontar su defensa ante el requerimiento de la Audiencia para que ingrese en prisión después de que el Consejo de Ministros denegara la segunda solicitud de indulto. «A veces pienso por qué no ardí yo con él aquel día», aseguró.

La defensa pedirá a la Audiencia que aplace la decisión al menos hasta el próximo 4 de junio, fecha en la que el Tribunal Supremo debe pronunciarse sobre el recurso presentado contra el acuerdo por el que se denegó la primera solicitud de la medida de gracia. La defensa planteaba que había sido una decisión «arbitraria» y «discriminatoria», según planteaba el contencioso.

Como ha venido publicando este diario, los hechos se remontan al año 2005 cuando María del Carmen García se encontró mientras esperaba el autobús al hombre que violó a su hija y de quien pensaba que estaba en prisión. La sentencia considera probado que la mujer sufrió una explosión mental y regresó al bar donde estaba el violador y le roció con gasolina, prendiendo fuego.

María del Carmen García aseguró ayer a este diario que aún hoy sigue sin saber qué ocurrió aquél día, aunque por las noches es frecuente que sueñe con el suceso. «Cuando estoy en casa, ni siquiera llego a encender las cerillas a la primera», señaló. Ante la perspectiva de tener que ir a la cárcel, en los últimos días han vuelto las taquicardias y los ataques de ansiedad.

Ante la respuesta del Gobierno de denegar el indulto señaló que por un lado, ya se lo esperaba. «España está muy mal. Hay muchos escándalos y muchas personas que piden el indulto. Por eso, deben estar negándolos todos», explicó.

Por su parte, su hija Verónica Rodríguez, trataba ayer de mantener alta la moral de su madre. «Vamos a luchar hasta el final. Ella no puede ir a la cárcel, es una enferma y necesita seguir su tratamiento y estar cerca de su familia», aseguró. El abogado Joaquín Galant aseguró que el Consejo de Ministros no había tenido en cuenta las circunstancias especiales de este caso y recordó que Mari Carmen lleva ya más de siete años en libertad y reintegrada en la sociedad. Representantes de las asociaciones que impulsaron la campaña en favor de la nueva petición de indulto se pusieron en contacto con la familia de Mari Carmen para expresarles su indignación ante la negativa del Gobierno a conceder la medida de gracia. Ahora, resta por saber si la Audiencia accederá a retrasar el encarcelamiento a la espera de lo que decida el Supremo sobre el primer indulto denegado.