Un grupo de personas, entre las que se encontraba un menor, estaban a punto de cruzar el semáforo en la esquina de la avenida Instituto Obrero de Valencia con la avenida Profesor López Piñero cuando de repente una ráfaga de disparos surca el aire junto a ellos. Eran las 12.30 horas. Un hombre armado con una pistola semiautomática, que se encontraba en la acera opuesta junto a al menos otros dos sujetos, acababa de abrir fuego contra tres ciudadanos serbios situados a la distancia que marcan los seis carriles de separación de esta avenida de Valencia. Pese a la distancia, el autor de los disparos alcanzó a sus tres víctimas en distintas partes del cuerpo, muestra de que se trataba de un tirador experimentado. El grupo de Crimen Organizado de la Policía Nacional se ha hecho cargo del caso ya que todo apunta a que se trata de un ajuste de cuentas entre bandas organizadas del Este. Asimismo, agentes de la policía científica recogieron en el lugar al menos cinco casquillos de los disparos y tomaron muestras en el lugar de los impactos.

«Hemos vuelto a nacer, menudo susto, menos mal que no nos han dado», relataba Amparo, testigo directa de los disparos. «Al principio he pensado que era una pistola de fogueo, pero cuando he visto que el tipo apuntaba y tiraba a dar, me he centrado en la seguridad de mi señora», confiesa Manuel. «Uno se ha echado la mano a la pierna, creo que le han dado, pero han salido enseguida corriendo hacia el centro comercial», apunta este testigo.

Acudieron en taxi al hospital

Las víctimas, de origen serbio y de 36, 38 y 46 años, pararon un taxi y le pidieron que se marchara del lugar a toda prisa. El taxista, al ver que uno de ellos sangraba mucho, les insistió en que debían ir a un hospital y accedieron a que los llevara al Hospital Clínico. Mientras sus agresores, al menos tres personas -al parecer ucranianos- huyeron rápidamente en el Audi del que habían bajado dos de ellos instantes antes de que uno de ellos abriera fuego contra las personas que había en la acera de enfrente.

El herido más grave presentaba una herida de bala en el abdomen y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente nada más llegar al servicio de urgencias del centro hospitalario. Los otros dos estaban leves y apenas habían sido alcanzados en la rodilla, el costado y en el brazo. Los tres quedaron ingresados en el hospital custodiados por la Policía Nacional en calidad de detenidos ya que tienen muchas cosas que aclarar.

Esa misma mañana dos hombres cuya descripción coincide con la de los implicados en el tiroteo propinaron una paliza a un tercero junto a un bar de la calle Escultor José Capuz. «Le pegaron hasta en el carné de identidad y rompieron el cristal de la puerta», apuntaron testigos de lo ocurrido. La Policía investiga si ambos incidentes guardan relación.