Juicio

"Jamás pensé que sería yo quien matase a Vicente; tropecé y el arma se disparó"

Dos acusados de asesinar a un empresario en Fuente del Jarro se enfrentan a penas de más de 25 años

"Jamás pensé que sería yo quien matase a Vicente; tropecé y el arma se disparó"

"Jamás pensé que sería yo quien matase a Vicente; tropecé y el arma se disparó"

ramón ferrando | valencia

Dos acusados de matar a un empresario en el polígono Fuente del Jarro de Paterna se enfrentan a sendas penas de más de veinticinco años de cárcel por el crimen. El supuesto autor material aseguró que el arma se le disparó accidentalmente al tropezar. «Jamás pensé que sería yo quien matase a Vicente», confesó. La acusación particular, que ejerce el abogado Andrés Zapata en representación de la familia, mantiene que los dos acusados „Pablo Piquero y Lucio Altimasberes„ acudieron a la nave a atracar a la víctima y le dispararon por la espalda cuando trató de huir. El supuesto homicida, Pablo Piquero, fue arrestado por matar a una policía local de Madrid durante otro tiroteo. El inicio del juicio se retrasó más de una hora por los problemas informáticos que sufre la sala desde la semana pasada.

El crimen del empresario Vicente Manuel Herrándiz Martínez ocurrió el 20 de agosto de 2012. Los dos procesados se desplazaron desde el municipio zaragozano de Fuentes de Ebro supuestamente para atracar al empresario, que tenía un negocio de joyería. Pablo Piquero indicó ayer en el juicio que el empresario le debía 500.000 euros, aunque negó el atraco.

Según la acusación particular, los dos procesados asestaron una puñalada al empresario en la pierna para que les diera su tarjeta de crédito y el número PIN, y finalmente le dispararon por la espalda cuando trató de huir.

Pablo Piquero declaró que ese día fue a ver al empresario porque quería presentarle a Lucio Altimasberes para que le distribuyera piezas de latón bañadas en oro que producía. Según su versión, el empresario se enfadó porque Lucio Altimasberes acudió a la cita drogado y se quedó dormido. «Empezamos a discutir y cogió una barra para pegarme. Yo cogí un destornillador y se lo clavé en la pierna durante el forcejeo. Ahí le dije que me iba a dar todo lo que tenía. Trató de huir, yo me tropecé y al caer se me fue el tiro», apuntó. Piquero, que reconoció que se había inyectado una dosis de heroína en prisión antes de ir al juicio, insistió en que el otro acusado no estaba implicado en el crimen.

Por su parte, Lucio Altimasberes manifestó que ese día «iba muy puesto» porque había consumido heroína antes de emprender el viaje desde Zaragoza e incidió en que no participó en los hechos. «Yo solo acompañé a Pablo porque tenía que cerrar un negocio con el empresario. No recuerdo de qué hablaron», sentenció.

La fiscal pide sendas penas de 21 años para los dos procesados y la acusación particular reclama 27 años para Piquero y 26 años para Altimasberes.

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