Un juez de lo Penal de Benidorm ha impuesto un año de cárcel a una madre que vendió a su hijo recién nacido a un matrimonio de Cullera. El magistrado también ha sentenciado a penas de cárcel a los compradores y a tres intermediarios. Los seis han sido condenados por un delito contra las relaciones familiares. La madre admitió tras su detención que vendió a su hijo por cinco mil euros porque tenía problemas económicos. El juicio se ha celebrado en un juzgado de lo Penal de Benidorm porque la transacción económica se pactó en Dénia, según explicó el letrado de la madre, Joan Martínez Vallet. El pequeño, que ahora tiene seis años de edad, está bajo la tutela de la Generalitat Valenciana.
La sentencia incluye la retirada de la patria potestad a la madre durante dos años. El comprador ha sido condenado a seis meses de prisión porque le han aplicado una atenuante por su capacidad intelectual, y a su mujer y a los tres intermediarios les han impuesto sendas penas de un año de cárcel.
Los hechos, según ha quedado acreditado tras el juicio, ocurrieron en mayo de 2008. La mujer dio a luz el 18 de mayo de 2008 a un niño en el hospital de Dénia. A los dos días del parto, entregó a su hijo a cambio de 5.000 euros a tres intermediarios. La mujer firmó un papel en el despacho de una abogada de la Marina Alta —que finalmente no ha sido procesada— en el que renunciaba al niño.
La policía autonómica inició la investigación tras las dudas que se le plantearon a una matrona durante una revisión médica del recién nacido en el centro de salud del Raval de Sant Agustí de Cullera.
Denuncia de la matrona
El matrimonio compró al niño porque no podía tener hijos y acudió al centro de salud a hacerle la primera revisión. La matrona sospechó porque la pareja presentó una hoja para hacerle la prueba analítica del talón con el nombre de una madre diferente al que había en la tarjeta sanitaria. La matrona les preguntó por qué no coincidían los datos y comunicó los hechos a los servicios municipales.
La investigación confirmó que el niño había nacido en Dénia. Los compradores también intentaron sin éxito inscribir a su nombre al recien nacido en el Registro Civil.
La madre biológica admitió ante el juez de guardia que le tomó declaración en Sueca que vendió a su hijo por necesidad. La mujer vivía en Piles, pero se trasladó a Dénia para dar a luz. El padre del bebé vendido era un inmigrante marroquí que volvió a su país antes de que ocurrieran los hechos.
La madre indicó al magistrado que uno de los intermediarios le propuso cuando estaba de siete meses la posibilidad de recibir los 5.000 euros si entregaba su hijo al matrimonio de Cullera acusado de comprarle el pequeño. La condenada, que tiene otros dos hijos de 14 y 9 años, explicó que la intermediaria se hizo pasar por su cuñada en el hospital de Dénia.
El juez del caso retiró la patria potestad a la madre y dejó bajo tutela de los servicios sociales de la Generalitat Valenciana al menor. Fuentes cercanas al caso precisaron que el niño fue entregado a una familia de acogida y la madre todavía lo ve porque se ha establecido un régimen de visitas.
Pago de deudas
La madre, que procede de un origen muy humilde, se gastó todo el dinero en pagar deudas. El hombre y la mujer de Cullera que compraron al pequeño aseguraron tras su detención que estaban convencidos de la legalidad de la operación. El matrimonio creyó que adoptaba al niño porque una abogada redactó un convenio de custodia. Los dos vivían en el barrio de San Francesc de Cullera. Los tres intermediarios que también han sido condenados vivían en Piles.
La Fiscalía pedía inicialmente sendas penas de tres años de cárcel para los seis procesados, pero aceptó rebajar la condena tras llegar a un acuerdo con los acusados. En el caso se han tenido en cuenta las dilaciones indebidas por el tiempo que ha permanecido paralizado en el juzgado de Dénia.
