La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a dos hombres a penas que suman 22 y 16 años de cárcel por la muerte a tiros de un empresario en el polígono industrial Fuente del Jarro de Paterna.

La sentencia de la Sala Tercera de la Audiencia, hecha pública hoy, se refiere a los hechos ocurridos el 20 de agosto de 2012 cuando el propietario de la empresa Galvanotecnica Micraval, Vicente Hernándiz, de 58 años, fue abatido por un tiro en el pecho frente a su fábrica.

La sala ha condenado al primero de los acusados a un total de 22 años y 6 meses de cárcel por ser el responsable y el autor de un delito de asesinato, por robo con violencia e intimidación y por tenencia ilícita de armas.

Al segundo de ellos se le condena a 16 años y 2 meses de cárcel por homicidio y también por robo con violencia e intimidación.

La Audiencia también ha prohibido a los condenados aproximarse a menos de 300 metros a la mujer e hijos del fallecido y a no comunicarse con ellos durante 31 años en el caso del primer acusado y durante 28 años en el caso del segundo.

Ambos deben indemnizar a la esposa del fallecido con 157.299 euros por la muerte de Hernándiz y por los efectos y dinero sustraídos. Además, tendrán que indemnizar también con 11.983 euros a cada uno de los hijos por el fallecimiento de su padre.

En el fallo se ha estipulado la drogodependencia de ambos como factor atenuante de los hechos, la condición de reincidencia agravante en el caso del primer condenado y el abuso de superioridad en el caso del segundo acusado.

En la primera sesión del juicio celebrada el pasado mes de enero, uno de los dos hombres afirmó que tras discutir con el empresario por una supuesta deuda de más de 500.000 euros se le disparó el revólver por accidente tras tropezar.

"Se me fue el tiro, no le quise matar", apuntó el acusado tras explicar que proporcionaba piezas de latón al empresario y oro por los que ganaba 40.000 euros semanales, de los que el fallecido se quedaba con 30.000.

El segundo acusado declaró que acompañó a su amigo a la empresa de Hernándiz para "airearse" de la depresión y toxicomanía que sufre y que se drogó por el camino.

La fiscal reclamó entonces 21 años de cárcel para cada uno de los procesados.