El Juzgado de Instrucción número uno de Valencia investiga la muerte de un turista que fue hallado en la habitación de un hotel de lujo del centro de Valencia en circunstancias extrañas. El cadáver estaba cubierto con una sábana y, al parecer, había restos de estupefaciente -posiblemente cocaína-, por lo que se baraja la posibilidad de que la muerte se haya producido por una reacción adversa al consumo de drogas, aunque será la autopsia la que certifique si existió algún tipo de violencia en el mecanismo de la muerte.
La muerte fue descubierta a primera hora de la mañana de ayer por una empleada del hotel, que accedió a la habitación para acondicionarla. La limpiadora, como es habitual, abrió la puerta con la tarjeta universal y fue entonces cuando se topó con que el cliente yacía boca abajo, sobre la cama, completamente envuelto en la sábana.
Tras el susto inicial, la empleada alertó a su supervisora, quien a su vez advirtió del hallazgo a los responsables del establecimiento hotelero. Una vez que se cercioraron de que tal como había dicho la limpiadora el cliente, un hombre de 45 años y nacionalidad holandesa, estaba muerto, llamaron de inmediato al 112.
La central de emergencias envió entonces a agentes de la Policía Nacional al lugar, que se ha hecho cargo de la investigación. Al parecer, en la habitación, que M. W., de 44 años, ocupaba desde hacía días, también había dinero tirado, por lo que se investiga si estuvo acompañado en algún momento de la noche. A la espera de practicarle la autopsia, el forense de guardia consideró que las señales apreciadas en el cuerpo apuntan a una muerte relacionada con el consumo de cocaína, de modo que las pruebas de toxicología serán fundamentales. De hecho, el médico no encontró, en esa primera inspección del cadáver, elementos que hagan pensar en una muerte de origen homicida.
El cuerpo fue levantado pasadas las cuatro de la tarde, después de que el juez de guardia ordenase su traslado al Instituto de Medicina Legal de Valencia.
