Un hombre que acudió al cuartel de la Guardia Civil de Alfafar a presentar una denuncia acabó siendo detenido por un delito contra la seguridad vial por conducir ebrio, sin seguro y con la ITV caducada. Aunque el supuesto denunciante se presentó en las dependencias de la Benemérita dando muestras de un posible estado de embriaguez, no habría sido sometido a la prueba de alcoholemia, seguramente, de no ser por el hecho de estacionar su vehículo hasta en dos ocasiones en un lugar inadecuado. La primera en la zona de seguridad reservada a los vehículos policiales y la segunda en la plaza para minusválidos.
Esto fue lo que le ocurrió a un vecino de Alfafar, de 55 años y nacionalidad española, quien el pasado domingo al mediodía se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de este mismo municipio, en compañía de su pareja, para interponer una denuncia por unos hechos que se desconocen.Lo que en un primer momento iba a ser un trámite acabó convirtiéndose en toda una serie de despropósitos que acabaron con él detenido y a la espera de juicio rápido por un delito contra la seguridad vial.
El ciudadano que iba supuestamente a presentar una denuncia estacionó su coche en la zona restringida únicamente para el estacionamiento de los vehículos de la Guardia Civil. Cuando el agente le informó que ahí no podía dejar el coche, el conductor lo aparcó en una plaza reservada a personas con movilidad reducida situada junto al polideportivo que se encuentra al lado del cuartel.
El agente, al comprobar que daba muestras de encontrarse ebrio, solicitó la presencia de la Policía Local de Alfafar, quienes le realizaron la pertinente prueba de alcoholemia. El hombre, que había ido a interponer una denuncia, tuvo que soplar y dio un resultado de 0,65 mg/l en aire espirado, lo que supone un delito contra la seguridad vial. Además la Policía Local comprobó que el coche carecía de seguro y tenía la ITV caducada, por lo que procedió a su inmovilización y traslado a la base de grúas.
