Un agricultor de Villar del Arzobispo, Joaquín Mínguez, de 77 años, falleció ayer aplastado por el tractor con el que estaba trabajando. Era sólo uno de los más de 100 máquinas agrícolas que tenía en su colección. Joaquín era un hombre muy conocido entre sus vecinos por su pasión por los tractores que había mostrado a los lectores de Levante-EMV en un reportaje hace dos años.

Sin embargo, su pasión y la mala suerte le segaron ayer la vida, sumándose así a las otras tres personas que han fallecido en accidentes con tractores en la Comunitat Valenciana en lo que va de año.

Los hechos ocurrieron sobre las 11.00 horas en un camino de campo que discurre paralelo a la CV-347 y pegado al barranco de San Vicente. Según ha podido saber este diario, por circunstancias que se desconocen, Joaquín se salió del camino, metiendo el tractor en un pequeño desnivel que provocó que volcara el vehículo y el remolque que portaba enganchado. El hombre de 77 años quedó atrapado debajo de la máquina.

A la llegada de los sanitarios, estos no pudieron más que confirmar la muerte del hombre y los bomberos desplazados de los parques de Paterna y l'Eliana procedieron a mover el vehículo para rescatar el cuerpo, tras asegurar el remolque con cables de acero.

«Es mi pasión»

Joaquín explicaba en 2013 a este diario en una entrevista sobre su afición que pasaba 13 horas encima de cualquiera de sus tractores. «Se me van todos los males cuando subo al tractor y el día que no puedo me subo por las paredes», confesaba. Este vecino de toda la vida de Villar del Arzobispo había llegado a reunir 133 vehículos agrícolas desde que en 1955 se hizo con el primero. No sabía darles un precio económico porque para él era «algo sentimental, una pasión», y sentenciaba: «todo el dinero que tengo me lo gasto en tractores».

Con la muerte de Joaquín, son ya cuatro las víctimas mortales en accidentes de tractor en la Comunitat Valenciana en lo que va de año. Asimismo, la semana pasada un hombre de 74 años, Agustín Sierra, pasó cinco horas debajo del tractor tras volcar en Buñol, sin que nadie le oyese. Acabó con las dos piernas fracturadas. Había intentado desinflar los neumáticos para poder arrastrarse bajo el tractor y así alcanzar el teléfono móvil que se le había caído a unos metros de donde estaba. Un cazador escuchó sus gritos de auxilio y avisó a los servicios de emergencia.

«El tractor es una trampa»

No tuvieron la misma suerte otros labradores en Segorbe, San Vicent del Raspeig y Agres. Las víctimas fueron hombres de 64, 80 y 79 años respectivamente.

¿Es tan peligroso el tractor para quienes lo conducen? Al respecto, el secretario general de la Unió de Llauradors , Ramón Mampel, señalaba a este diario ayer que «el tractor es como un trampa, como un cepo». Explicaba que en el caso de que se circule por caminos llanos no tiene que suponer un peligro, y recordaba que además son máquinas que no superan los 35 kilómetros por hora, pero en caso de obstáculos en el camino o desniveles, si el tractor vuelca «eres víctima».

Según Mampel, «es muy difícil escapar de un vuelco y más si tienes una avanzada edad que las facultades físicas son menores. Es como una trampa». Como explicaba, «existen sistemas antivuelco o las cabinas para tractor, pero cuándo hay que trabajar con ellos entre el arbolado se complica mucho porque vas golpeando la plantación. También se ha propuesto la incorporación de cinturones de seguridad pero entonces en el caso de accidente sería ya imposible salvarse de un vuelco». Mampel recordaba por lo tanto que «todos los que trabajan en el campo son conscientes de que se trata de una máquina peligrosa».