La Policía Nacional y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Mislata investigan si la mujer que afirma haber sido atropellada por su expareja en Xirivella mintió en el relato de los hechos y si el mensaje de Whatsapp amenazante que recibió en su teléfono lo envió ella misma, como sostiene el acusado.

De hecho, la jueza espera las grabaciones de las cámaras de Tráfico que debe aportar la Policía Local de Xirivella a la causa judicial para dirimir si el atropello existió como ella lo relata o si, por el contrario, fue la supuesta víctima quien se encaramó al capó cuando vio que él se iba.

De momento, los relatos de ambos son completamente contradictorios y no hay un solo testigo directo del incidente, aunque las comprobaciones realizadas por los agentes de la comisaría de Xirivella, y que obran ya en poder de la jueza, revelan más incongruencias en el relato de la mujer que en el del hombre. De hecho, el acusado, en compañía de una de las hijas de la supuesta víctima, ha denunciado por denuncia falsa a su expareja.

El denunciado acudió el domingo a la comisaría de Torrent y se entregó al enterarse de que la policía lo buscaba por supuestamente haber atropellado a su ex.

Según la versión que ofreció el hombre tanto en la comisaría como en el juzgado, la cita del viernes se produjo a petición de ella, después de llamarle doce veces en cuatro días. El denunciado, sobre quien la juez mantiene la imputación y la orden de alejamiento a la espera de que se aclare la situación, accedió a ir a verla a Xirivella porque ella le pidió dinero y comida, ya que, al parecer, su situación económica es precaria.

Según él, la mujer estuvo hablando con él dentro del coche, luego le pidió tabaco, por lo que se trasladaron a una gasolinera de Torrent a comprar una cajetilla y al regresar, mientras esperaba a que ella se bajara, le pidió el móvil supuestamente para llamar a una amiga, ya que . El hombre asegura que se lo dejó y la vio entrar en la aplicación Whatsapp, por lo que la Policía investiga la posibilidad de que ella misma enviase desde ese terminal a su móvil el mensaje amenazante que luego aportó en su denuncia contra él.

Todos los hijos la señalan a ella

Además, la juez cuenta con las declaraciones de los tres hijos de la mujer -dos son sólo de ella, pero fueron criados desde pequeños por el denunciado, al que consideran como padre, y el tercero, una chica de 18 años, es de ambos- y dos más de un primer matrimonio del acusado. Todos ellos, incluidos los biológicos de ella, coinciden en que jamás vieron un sólo gesto de maltrato de Rafael E. hacia María del Carmen, sino que siempre fue ella quien lo maltrató de obra y de palabra.

Además, tampoco existe ninguna denuncia por malos tratos de la mujer hacia el hombre, como sostenía ella. Los hijos incluso han declarado que la mujer solía presentar falsas denuncias y acusaciones graves contra otras personas, algo que la policía también está comprobando por orden de la jueza.

Los hijos -tanto los de ella, como la que es común a ambos, como los dos de él- sostienen que la supuesta víctima del atropello sufre trastornos psiquiátricos graves y que lleva años en tratamiento con fármacos antidepresivos.