El sacerdote que atiende a los pacientes del Hospital Arnau de Vilanova, Jorge Molinero, advirtió a la policía de que la docena de hostias consagradas robadas en la tarde del pasado 1 de julio podrían ser utilizadas en misas negras. El delincuente se llevó el sagrario completo tras arrancarlo de la pared, que contenía, además de las formas sagradas, un copón y un cáliz, todo ello valorado en poco más de 240 euros. El convencimiento de la Iglesia de que las hostias fueron a parar a manos sacrílegas es tal que, tras el robo en el Arnau, cuyo autor aún no ha sido identificado, el arzobispo Antonio Cañizares convocó una misa de desagravio que se celebró en la catedral de Valencia unos días después del suceso. La policía mantiene abierta la investigación para tratar de dar con el ladrón. t. d. valencia