«Inocente», con esta escueta palabra abandonó ayer al mediodía los juzgados de Llíria, rumbo a prisión, el concejal de Serra acusado de asesinar a su mujer tras provocar un incendio en el domicilio del matrimonio el pasado 29 de julio. Marcos Cabo, de 46 años, se mantuvo firme ante la jueza y siguió insistiendo en que él no tuvo nada que ver en la muerte de su esposa, Dolores Moya, de 41 años y exedil de Esquerra Unida en este mismo municipio. El presunto asesino se ratificó en su primera declaración ante la Guardia Civil, en la que atribuía lo ocurrido a un incendio fortuito originado por un posible cortocircuito en un ventilador.

«Tranquilo padre, saldrás, yo creo en ti», le daba ánimos su hijo mayor -el segundo de los cuatro hermanos- cuando Marcos era introducido por los agentes en el vehículo policial, después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Llíria, con competencias en materia de violencia sobre la mujer, acordara su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. La causa, que permanece bajo secreto de sumario, ha sido abierta por un posible delito de asesinato, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (Tsjcv).

Asimismo, estas mismas fuentes añadieron que se le ha suspendido al acusado la patria potestad respecto de los dos hijos menores de la pareja, de cinco y siete años. «Los chiquillos los tengo yo, van a estar bien», apuntaba el hermano mayor a su padre antes de que los guardias cerraran la puerta del coche. Aproximando su mano a la ventanilla despedía a su padre confiado en su inocencia.

Al igual que él, toda la familia de la fallecida cierra filas en torno al marido de ésta y niegan por completo su vinculación en el fallecimiento de Dolores. «Sois unos embusteros y hacéis daño a la gente gratuitamente», espetaron a los periodistas que realizaban su trabajo a las puertas del juzgado.

El supuesto crimen machista se produjo en la tarde del pasado 29 de julio cuando a las 16.30 horas Marcos Cabo acudió corriendo al retén de la Policía Local de Serra para informar de que su casa estaba en llamas y su mujer se encontraba dentro durmiendo. El sospechoso, que presentaba quemaduras en el codo y la mano izquierda, manifestó a los agentes que había tratado de entrar en la vivienda pero que al abrir la puerta una bocanada de humo y fuego le había causado dichas lesiones.

Según su versión, que ayer ratificó ante la jueza, Marcos Cabo se encontraba junto con su hija mayor, de 22 años, descargando material de jardinería de la furgoneta estacionada justo al girar la esquina de la calle. La joven prestó declaración ante la Guardia Civil y corroboró la coartada del padre, aunque reconoció que éste se ausentó un momento -tiempo no superior a cinco minutos- para coger las llaves del garaje.

Tras hallar a la mujer muerta por inhalación de humo en la bañera de la casa, con quemaduras en la zona inferior del cuerpo, y después de una minuciosa inspección ocular en el lugar del incendio, en la que perros adiestrados en detección de acelerante encontraron restos de gasolina en el sofá donde se encontraba durmiendo supuestamente la víctima, los investigadores procedieron a su detención como presunto autor del asesinato de su esposa.