Marcos Cabo se encontraba vigilado bajo el protocolo de prevención de suicidios para presos que contemplan los centros penitenciarios en caso de que se determine el riesgo de que quieran acabar con su vida. El cómo ha logrado suicidarse en Picassent a pesar de las medidas que recoge el protocolo es algo que deberá detallar la investigación ya abierta. El Programa Marco de Prevención de Suicidios del Ministerio de Interior recoge diversas actuaciones urgentes y programadas. Según este documento, con carácter general los ingresos y tránsitos estarán en celda compartida evitando situaciones de aislamiento. En el caso de Cabo, se encontraba en la enfermería de la prisión junto a un reo de acompañamiento.

Asimismo, se contemplan como medidas provisionales urgentes la retirada de «material de riesgo» como cinturones, cordones y otros objetos con los que puedan ahorcarse o lesionarse. Además, se realiza una vigilancia especial con funcionarios y un preso voluntario (interno de apoyo) que ha realizado previamente un cursillo mínimo de 30 horas para saber cómo actuar. A cambio el reo que participa en la vigilancia del acusado, recibe beneficios, como la revisión de pena en determinados casos, facilidades para tener un puesto de trabajo en los talleres del centro penitenciario u obtener comunicaciones extraordinarias con sus familiares.

Entre los factores de riesgo que contempla Instituciones Penitenciarias, se encuentran el propio impacto que puede producirle al reo entrar en prisión, así como la comisión de delitos graves contra personas,—como es el caso de Marcos Cabo, antecedentes de intentos de suicidio, el aislamiento social, la proximidad de una excarcelación o la exposición pública del caso en los medios de comunicación.

El doble de suicidios

El último Boletín Epidemiológico de Instituciones Penitenciarias de Interior, publicado en febrero y que ofrece datos de 2013, señala un aumento de los suicidios dentro de las prisiones. Concretamente, se registraron 29 fallecidos por esta causa en las prisiones de España y otros dos reos se quitaron la vida en el hospital. Superaban así los 25 fallecidos del año 201 y los 15 del año anterior. Es decir, casi se duplican en dos años.

Según este documento, en 2013 se creó una comisión para evaluar la situación y tuvo como resultado una intensificación de la vigilancia. Los próximos informes deberán aclarar si estas nuevas medidas han logrado revertir las situación.