Laura del Hoyo y Marina Okarynska desaparecieron el día 6, solo tres días después de que Laura abandonara la casa en la que había estado viviendo cerca de año y medio en Xirivella. La joven, de 24 años, se volvía a su Cuenca natal con la idea de apuntarse el próximo mes de septiembre a un módulo de formación profesional de peluquería y de «disfrutar el verano» con el paro y los ahorros que le habían quedado después de trabajar en Valencia en diferentes comercios, según contaron a este periódico sus compañeras de trabajo.

Laura comenzó su aventura valenciana en abril de 2014, junto a Marina. Ambas compartieron piso en la calle Montesa de Xirivella hasta julio de ese año, momento en que Marina volvió a Cuenca y Laura se quedó trabajando primero en una tienda de ropa y más tarde en una cadena de cosméticos y perfumería del centro comercial Aqua, de Valencia. La joven también hizo sus incursiones en el mundo de los espectáculos.

«La contratamos porque tenía muy buena imagen y pensamos que podía dar el perfil, aunque no tenía experiencia ni formación como bailarina. Se aprendió varias coreografías y queríamos que continuara bailando con nosotros este verano», explicó a Levante-EMV Ángel Merino, casero de las jóvenes, cantante y gerente de Espectáculos Merino. En esta compañía Laura hizo muchas amistades, que han quedado destrozadas tras la noticia.

«Es una pena muy grande, no hay derecho a lo que les ha hecho este desgraciado», se lamentaba tratando de aguantar las lágrimas Inocencia. «Casi todos los días nos íbamos juntas a la piscina de Xirivella y nos intercambiábamos la ropa, estábamos muy unidas», explica esta amiga y compañera de baile.

«No había nadie en el mundo con mejor corazón que ella», asegura Ino, «no tenía maldad ninguna». Es el sentimiento que comparten muchos de los que tuvieron la suerte de conocerla durante su estancia de año y medio en Valencia. «Tenía una sonrisa que contagiaba», comenta Pilar López, su encargada en la perfumería. «Era una joven alegre, alocada, irradiaba alegría allá donde iba», añade. Todos remarcan, asimismo, su sentido de «responsabilidad y prudencia. Era una chica muy correcta que no se juntaba con cualquiera».

El pasado sábado 1 de agosto, Laura se despidió a lo grande de sus amigas valencianas. Celebraron el cumpleaños de una de ellas en uno de los pubs de la Marina Real del puerto de Valencia. Alguna de ellas han viajado hasta Cuenca para estar cerca de la familia en estos duros momentos.

«No me puedo creer que te haya pasado esto a ti, nos conocimos por casualidad pero he llegado a quererte cada día más», le escribía en el Facebook a modo de despedida Ana, una de sus íntimas de Xirivella. Junto con Inocencia, iban juntas a todos los sitios. «Ahora eres una estrella que brilla en el cielo, y se que desde allá arriba nos vas a dar fuerzas y sobre todo a tu familia», remarcaba.

«Sin ti esta noche no será igual»

La última vez que Laura contactó con estas amigas fue el miércoles por la mañana. «Me envió un ´whatsapp´ en el que me decía: "Ánimo chicas". Yo le contesté que sin ella no era lo mismo», recuerda con tristeza Inocencia en referencia a una actuación que tenían esa noche.

Ahora todas ellas lo único que esperan es que Sergio Morate pague por los crímenes que ha cometido. «Le odio con toda mi alma y nunca jamás le perdonaré lo que ha hecho, nos ha matado en vida a todos». El mismo dolor y estupefacción sufren sus compañeras de la perfumería. «Esto es una mierda, no hay derecho», comentaba una de ellas.