Alrededor de las 12.30 horas llegó al Juzgado de Instrucción número 1 de Dénia José L. Puente Verdeja, el presunto autor del asesinato cometido la pasada semana en el municipio dianense que ha conmocionado a los residentes de la Marina Alta. Con la mirada perdida, al dirigirse a las puertas de los juzgados, el detenido fue increpado por algunos vecinos que esperaban su llegada. No hizo ningún tipo declaración durante el pequeño trayecto que separaba el furgón policial de la entrada.

Allí le esperaba el segundo arrestado, quién al parecer prestó el vehículo con el que presuntamente se deshicieron del cuerpo. Los dos prestaron declaración ante el juez, quién dictó prisión provisional para el presunto autor material del crimen y libertad provisional para su compañero, quién fue acusado por encubrimiento y deberá comparecer periódicamente en el juzgado.

Poco ha trascendido de la identidad del segundo detenido de 36 años de edad, quién, según fuentes policiales ayudó a deshacerse del cadáver con una furgoneta de su propiedad.

Sin embargo, en cuanto al autor material del homicidio, se trata de un vecino de Torrelavega, provincia de Santander. Era conocido por su pasión lectora e incluso había publicado una novela, «El imperio de una dinastía» y se encontraba escribiendo su segunda novela, según se detallaba en su web personal. Afincado desde hace años en la capital de la Marina Alta, algunos de los conocidos del presunto asesino señalaron que no había tenido nunca un comportamiento violento, «había estado manteniendo una relación sentimental durante años con una mujer, tenía dos hijas y se llevaba muy bien con su familia», apuntaron.

Ajuste de cuentas

Según reveló la autopsia, la víctima murió asfixiada. Pese a que el móvil del crimen todavía no está claro, todo apunta a que fue un ajuste de cuentas. Algunos vecinos de la calle Mallorca, dónde vivía la víctima y presuntamente se cometió el crimen, afirmaron que en ocasiones había visto llegar visitas a su domicilio «poco deseables, porque iniciaban peleas y gritos».

Tampoco descartaban que pudiese suceder una tragedia como esta ya que, según varios residentes, la víctima tenía problemas económicos, vivía sin agua ni luz en los últimos meses, y consumía estupefacientes y grandes cantidades de alcohol. Otros explicaron que hace unos años una hermana, con la que había perdido toda relación, tuvo que llevarse a su madre de la vivienda porque en ocasiones le había agredido.

Varios dispositivos de la policía siguieron ayer con la búsqueda de algunas de las partes de la víctima entre las poblaciones de Alcalalí y la Llosa de Camatxo.