La Audiencia de Barcelona ha absuelto a un hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de unos amigos desde que ésta tenía ocho años al dudar de la versión de la víctima porque tardó cinco años en denunciar y no dar validez a una declaración ante la policía, donde el procesado admitió los tocamientos a la menor.

La sentencia, que cuenta con el voto particular de uno de los magistrados, partidario de 13 años de condena, es uno de los últimos fallos que dictó el juez de la sección segunda de la Audiencia Pedro Martín, fallecido el pasado mes de julio y que era conocido por resoluciones tan controvertidas como la de obligar a menores víctimas de abusos a declarar sin mampara delante de su violador.

El procesado afrontaba una pena de quince años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual a una niña de ocho años, hija de un matrimonio amigo suyo, con la que pasaba fines de semana y ratos libres a solas en su casa de Sabadell entre los años 1998 y 2003. La sala admite que es posible que el «interés sexual» fuera el motivo por el que el acusado estableció con la menor ese vínculo, pero defiende que podría tratarse de «una relación meramente afectiva». Además el juez duda del testimonio de la menor por no haberle contado nada a sus padres ni a su hermana en todo ese tiempo.