La Succession Picasso, administrada por el heredero del pintor, Claude Ruiz Picasso, ha certificado la falsedad tanto de la firma como de la pintura de los cinco cuadros incautados en Benidorm y Granada que se intentaron vender por un total de 160 millones de euros.

Así lo han indicado fuentes del Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la Generalitat, responsable de las operaciones llevadas a cabo en ambas ciudades y que han permitido imputar a ocho personas por un presunto delito de estafa y contra la propiedad intelectual. Los presuntos estafadores trataron de vender un cuadro falso del conocido artista, que transportaban en una furgoneta, por 30 millones de euros en Benidorm.

La Fundación Picasso de Málaga había comunicado a los policías que los cuadros, a pesar de la documentación con la que se intentó acreditar la autoría de Picasso, no podrían atribuirse «en absoluto» al pintor.

No obstante, se estaba a la espera de la certificación de la Succession Picasso de París, que es la poseedora de los derechos de autor de las obras del pintor y la única que puede autorizar o prohibir la utilización de las obras, el nombre y la imagen de Pablo Picasso.

El administrador de esa institución acaba de comunicar al Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la Generalitat que tanto la firma como la obra de los cinco lienzos son falsos.

Además, las mismas fuentes explicaron que les han comunicado que una de las obras, denominada «Mujer cubista o arlequín», que se intentó vender en Granada por 25 millones de euros, es una copia de una obra expuesta en el Museo Pushkin de Moscú, si bien las medidas de la obra incautada no se corresponden con las del original.

Los cinco óleos sobre lienzo están depositados en el museo San Pío V de Valencia, donde se les están sometiendo a pruebas radiológicas.

La mayoría de los cinco cuadros se intentó vender varias veces, alguno de ellos hasta en diecinueve ocasiones, y se ofrecían en lugares como el maletero de un coche, e incluso en el caso de Benidorm en una furgoneta en la que había restos de material de construcción.

En Granada, se intervinieron cuatro obras, que se intentaron vender por un total de 130 millones de euros, y se imputó a seis personas, dos de las cuales tienen antecedentes por delitos como corrupción urbanística, cohecho, tráfico de influencias y estafa.

En Benidorm, se incautó un cuadro que se ofrecía por 30 millones de euros por parte de tres personas que supuestamente eran las propietarias, dos de las cuales han sido imputadas. Asimismo una ellas tiene «bastantes antecedentes por todo tipo de timos».

Según los investigadores, no hay precedentes en España de una operación en la que se hayan intervenido cinco obras falsas de Picasso y puestas a la venta por un valor tan elevado.