José Luis G. M. asestó cinco puñadas a su compañera sentimental el 8 de agosto de 2014, en la casa que ambos compartían en Sollana. La mujer sobrevivió al brutal ataque porque su hija, de 8 años, pidió ayuda a los vecinos. Y el hombre que acudió a rescatarla sabía artes marciales y pudo reducir e inmovilizar a José Luis G. M. La Fiscalía solicita 14 años de cárcel para José Luis G. M. por un delito de asesinato en grado de tentativa, que a punto estuvo de costarle a su ex compañera sentimental, que ha logrado rehacer su vida en otro país de la Unión Europea. Aunque la mujer acudió ayer a declarar contra su ex pareja en el juicio celebrado en la sección primera de la Audiencia de Valencia y que quedó visto para sentencia.

José Luis G. M. ha ofrecido una versión totalmente distinta y delirante de los hechos durante la instrucción del asesinato en grado de tentativa. Según el acusado, fue la mujer la que intentó agredirle con el primer cuchillo usado (de porcelana, que se rompió), por lo que acabaron agrediéndose mutuamente, con una segundo arma blanca de cocina. También niega que tuviera que reducirlo el vecino con una llave de artes marciales. «Me levanté tranquilamente y llegué andando al rellano, con el vecino que iba detrás de mi».

Todo lo contrario a la declaración del vecino que logró reducirlo e inmovilizarlo, que ayer declaró como testigo. «Cuando entré le dije: "¿Qué haces?" Pero él, sin hacerme caso, siguió intentando apuñalarla», explicó el testigo durante la instrucción. Entre el vecino, que entró en la casa acompañado de su mujer lograron distraer al agresor, que soltara el cuchillo «de un puñetazo» e inmovilizarlo, primero en el piso donde se produjo la agresión y después en el rellano, «durante 15 minutos hasta que llegó la Guardia Civil», tal como declaró el hombre durante la instrucción.

La ex pareja sentimental del acusado también viajó ayer hasta Valencia para declarar en el juicio de Jose Luis G. M. La mujer relató a los magistrados de la sección primera que la discusión entre ambos se inició aquel día porque ella le comunicó la decisión de dejar la relación de cinco años que mantenían, pero que él le respondió que «no lo pusiera a prueba». Cuando empezaron a discutir en la cocina, él la atacó con dos cuchillos (porque el primero se rompió) «mientras me decía: me da igual, voy a ir a la cárcel de todas formas, te voy a matar».