Un juzgado de lo Penal de Alicante sentará en el banquillo a un directivo de un hotel de la ciudad acusado de haber grabado en el cuarto de baño a dos de sus empleadas, según confirmaron a este diario fuentes cercanas al caso. El dispositivo estuvo oculto en el lavado durante cuatro semanas y con él se realizaron hasta 35 grabaciones. El procesado ha negado que el dispositivo se colocara para obtener imágenes íntimas y que sólo se hizo con fines de seguridad.

Sin embargo, la Fiscalía reclama para él penas que suman seis años de prisión por un delito continuado de revelación de secretos y otro de lesiones, porque una de las empleadas denunció haber sufrido trastornos de ansiedad cuando descubrió lo que ocurrió. Asimismo reclama indemnizaciones que suman 9.000 euros para las dos perjudicadas.

La cámara se encontraba oculta en una pluma simulada que, a su vez, estaba escondida dentro de un paraguas. Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso este diario, el dispositivo estaba colocado de tal manera que permitía grabar a las dos empleadas mientras hacían sus necesidades.

Una de las dos trabajadoras descubrió la cámara y se dio cuenta de que llevaba semanas siendo grabada mientras se encontraba en el lavabo, hecho que provocó que padeciera una crisis de ansiedad por las que tuvo que ser atendida en una clínica privada de Alicante.