Jessica Nueda, la expareja de Javier Redondo, el hombre salvajemente asesinado el martes en el Bulevar Sur, frente al hospital La Fe de Valencia, por un grupo de seis hombres que aún no han podido ser localizados, solicitará que un psicólogo examine a su hija de cuatro años para determinar si la dramática escena que presenció -es la única testigo del crimen- le provocará secuelas en el futuro. Tal como informó ayer Levante-EMV, Javier Redondo fue acorralado y brutalmente golpeado y apuñalado por un grupo de seis hombres, al parecer de nacionalidad rumana, que le hicieron salir del coche tras reventarle la luna trasera y los cristales de un lateral a golpes de barra de hierro pese a que la niña estaba en su sillita en el asiento posterior del vehículo.
«De momento, la niña está bien, está tranquila y feliz. Ha dormido bien y no ha hecho preguntas», explica su madre, que recuperó la pequeña poco después de los hechos, tras ser alertada por la Policía Nacional. «Me llamaron y me dijeron que había pasado un hecho grave y que fuese a buscar a mi hija. Cuando llegué y vi cómo habían dejado el coche y no vi a la niña por ninguna parte, me quise morir. Pensé que a ella también le habían hecho algo. Pero no, la tenía una policía en el parque. Cuando me vio, salió corriendo a mis brazos gritando "mamá, mamá"».
Tanto la pequeña como la otra hija nacida de la relación entre Javier y Jessica, rota hace casi dos años, vivían con el padre, quien el martes había acudido a La Fe con la menor de sus hijas a una consulta programada, ya que sufre una dolencia de la que era tratada en ese hospital.
