El laboratorio no sólo disponía de todos los elementos necesarios para la elaboración de la cocaína -algunos de ellos importados-, sino que además lo habían dotado de un sistema de videovigilancia para detectar intrusos, que no les sirvió para ver llegar el jueves a los guardias civiles. Entre los efectos confiscados, decenas de bidones industriales de los productos químicos necesarios para el proceso -éter, sosa cáustica, carbonato sódico...-, además de alambiques caseros, filtradoras, centrifugadoras, el «horno» casero y la troqueladora de paquetes con logo propio, A1. En menos de doce días lograban un proceso completo. t.d. valencia