Agentes del grupo de Homicidios detuvieron el pasado lunes a cuatro personas -dos hombres y dos mujeres- por su presunta implicación en el salvaje asesinato de Javier Redondo Calero, el hombre de 33 años acorralado, apaleado y acuchillado frente al Hospital La Fe cuando iba en el coche con su hija de 4 años. Los arrestados son dos hermanos de 32 y 25 años de edad, una joven de 23 y, al parecer, la madre de ella, de 54 años, acusada de un presunto delito de encubrimiento.

Para los tres primeros, a quienes se considera directamente vinculados con el asesinato, el Juzgado de Instrucción número 7 de Valencia ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza. La mujer de 54 años quedó en libertad tras declarar ante la Policía Nacional, si bien deberá comparecer ante el juez cuando sea citada.

Las fuentes consultadas por Levante-EMV dijeron que los agentes prosiguen con las investigaciones para dar con los presuntos autores materiales de la paliza y posterior asesinato de Javier, que huyeron a bordo de una furgoneta ocupada por al menos seis hombres. Al parecer, parte de las grabaciones inspeccionadas por los agentes de Homicidios han sido fundamentales para identificar un segundo coche en el lugar de los hechos. Aunque apenas han trascendido datos sobre el móvil, la investigación se centra, al parecer, en una transacción entre la víctima y los sospechosos.

El asesinato de Javier conmocionó especialmente a la opinión pública porque se produjo ante su hija de cuatro años, a la que había llevado ese día a La Fe en una consulta programada -la pequeña sufre una enfermedad de la que es tratada en ese centro-. Los autores del crimen siguieron a Javier desde que salió con la pequeña del hospital y lo acorralaron en un aparcamiento ubicado en la vía de servicio, justo enfrente de La Fe, en el Bulevar Sur. Tras obligarle a parar, apalearon salvajemente el coche hasta romperle los cristales traseros -la niña iba precisamente en el asiento de atrás- y laterales. Javier salió entonces corriendo del coche, pero fue alcanzado a pocos metros, rodeado, apaleado y acuchillado. Trató de cruzar el bulevar para llegar a La Fe, pero no pudo: cayó sobre la calzada y murió.