Desde hace tres meses, Valencia se ha convertido en objetivo de la banda que, casi con toda seguridad desde una cárcel chilena, está llamando de manera aleatoria a teléfonos fijos de la ciudad para intentar obtener dinero de falsos secuestros virtuales.

La mayor oleada se ha producido en las tres últimas semanas, con diez de los quince casos que se han registrado en la ciudad desde principios del pasado mes de diciembre, según indican fuentes policiales.

La llamada suele ser siempre a un teléfono fijo y procede de un número oculto. El interlocutor se muestra muy agresivo e intenta poner nerviosa a su víctima. Le hace escuchar una breve grabación con la voz de un joven muy asustado -el hijo que dicen tener secuestrado- y pide una suma elevada de dinero, que corrige en función de la información que obtenga de la víctima.

La Policía recomienda llamar de inmediato a la supuesta víctima y, en cuanto se compruebe que está bien, colgar y no volver a responder.