Una denuncia por malos tratos cada media hora. Es la escalofriante cifra que se desprende del informe sobre la violencia machista en la Comunitat Valenciana en 2015, según los datos difundidos ayer por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, dependiente del Poder Judicial. El año pasado, cuando más asesinatos machistas registró la Comunitat, principalmente en Alicante, el número de denuncias también se incrementó, al pasar de 16.635 a 17.394, un 4,6 %.

De hecho, los valencianos también padecen una de las mayores tasas de casos de maltrato por cada 10.000 habitantes: 64,52, lo que supone 12,4 puntos por encima de la media nacional. Es más, el aumento de las denuncias ha situado a la valenciana como la cuarta autonomía con mayor tasa de violencia machista. Por provincias, Valencia tiene la peor cifra -por encima de 67-, seguida de Alicante, con algo más de 65, y Castelló, con 51.

En la parte positiva de la balanza: casi el 70 por ciento de los maltratadores enjuiciados salieron del juzgado con una condena debajo del brazo. Eso sí, sólo una minoría -en los casos menos graves y gracias a que les permite la suspensión de la pena de cárcel- aceptó la acusación y obtuvo una sentencia por conformidad.

Más órdenes de protección

El incremento de denuncias discurrió en paralelo al de las órdenes de protección concedidas. Así, de las 2.912 protecciones que los jueces autorizaron en 2014, se pasó a 3.119 en 2015, lo que supone algo más de un 7 por ciento. El aumento obedece precisamente a la subida de las denuncias, ya que la ratio entre órdenes solicitadas y concedidas se ha mantenido en cifras muy similares, ligeramente por encima del 71 %. Es decir, los jueces valencianos conceden 7 de cada 10 órdenes de protección.

El miedo a continuar

Por contra, los juzgados valencianos vieron cómo aumentaron el año pasado las víctimas que interrumpieron el proceso dando marcha atrás a sus denuncias, casi siempre por miedo. En 2014, hubo 1.908 víctimas que renunciaron a continuar. Un año después, esa cifra había crecido hasta 2.284. Dicho de otro modo: un 19,7 % de las mujeres retiraron la acusación inicial abocando el proceso al fracaso.

La relación porcentual entre denuncias y renuncias también fue negativa, ya que del 11,47 % de 2014, la Comunitat Valenciana pasó en 2015 al 13,13 %, por lo que hubo casi un 2% más de denunciantes que interrumpió el proceso judicial contra su maltratador.

Junto con el alarmante incremento de casos en los que víctima y autor son menores de edad [ver información anexa], hay otro dato que sigue siendo preocupante y en el que inciden todos los agentes implicados en la lucha contra la lacra social de la violencia machista: la escasa implicación del entorno de la víctima y de la sociedad en general a la hora de denunciar el maltrato.

Según los datos dados a conocer ayer por el Observatorio, el 70 % de las denuncias continúan siendo interpuestas por la propia víctima pese a las dificultades impuestas. De sus familiares sólo proceden el 2,4 % y de los servicios asistenciales, apenas un 2 %, lo que parece dar una idea de la ineficacia de éstos últimos a la hora de hacer aflorar el maltrato a las mujeres.