Leidy Vanessa Murillo tenía 17 años cuando desapareció, a la una y media de la tarde del 1 de junio de 2008. Había salido de clase y a medio camino a su casa, en el valenciano barrio de Orriols, se despidió de sus compañeras porque había quedado para comer con una amiga en su casa. A las cinco, debía ir a recogerla su padrastro, Omar P. Pero no fue así. Su cuerpo reducido prácticamente a huesos fue encontrado casi cuatro meses después, el 20 de septiembre de 2008, entre unos matorrales, en una zona descampada de Macastre. Sólo llevaba la mitad del sujetador y tenía el cráneo fracturado a golpes. Estaba irreconocible. Tanto, que hasta marzo de 2010 no pudo ser identificada mediante ADN.
A partir de ahí, Homicidios de la Policía Nacional imputó como autores del crimen al padrastro de Leidy, Omar P., y a un amigo suyo, Fabián R. G., ambos colombianos, como la madre de la chica, Yenni Z., que también llegó a estar imputada como encubridora, aunque la acusación contra ella fue levantada en 2013. El cuarto acusado era Álvaro J. R., un vecino de Macastre que vivía no muy lejos del lugar donde había aparecido el cuerpo y de quien se sospechaba que había colaborado en el enterramiento.
La jueza de Instrucción número 3 de Requena ha decretado ahora el archivo provisional de la causa porque falta una pieza fundamental para acabar el rompecabezas: la declaración de Fabián, huido a Colombia al mes de aparecer el cuerpo de Leidy, al igual que hiciera Omar, que dejó a su mujer embarazada y con dos hijas más, sin otra explicación de su precipitada decisión que la de que temía ser detenido por un envío de cocaína al puerto de Valencia.
Mentira o no, el padrastro fue apresado finalmente en su país por tráfico de drogas y posteriormente extraditado a España, por lo que sí llegó a declarar ante la jueza de Requena por su presunta vinculación con el homicidio. En esa comparecencia, Omar P., defendido por el letrado Daniel Sánchez, sostuvo su inocencia e insinuó que el verdadero responsable de la muerte de su hijastra había sido Fabián. Incluso apuntó que se ocultaba en Chile.
Orden internacional de captura
El pasado mes de febrero, la jueza reactivó la búsqueda de Fabián firmando una nueva orden internacional de detención contra él. La anterior era de 2011 y se había extinguido. Aún así, y sin datos concretos de su paradero para que la policía del país en el que se encuentre acuda a detenerlo, los investigadores españoles albergan pocas esperanzas de que Fabián acabe realmente esposado y declarando ante la jueza requenense.
