La trágica muerte del joven de 21 arrollado por un coche que el domingo se empotró contra la terraza de un bar de Navarrés „como adelantó Levante-EMV ayer„ ha conmocionado a los habitantes de esta pequeña población de la Canal. Slavik Ramírez Argente fue adoptado cuando era un niño y se había convertido en un navarresino más pese a su origen ruso. «Estaba perfectamente integrado y era una persona muy buena y amable», relata a este diario un profesor de la víctima.

Slavik trabajaba ayudando en el campo a su padre Enrique. Tanto éste como su madre, Amparo, recibieron ayer una ingente cantidad de muestras de afecto de conocidos y vecinos del municipio que destacaron el carácter afable y la personalidad divertida y abierta del único hijo del matrimonio, despedido en una emotiva misa a la que asistieron multitud de jóvenes. «Es una desgracia. Era una muy buena persona y deja un vacío muy grande», lamentaba Cynthia. «No es justo que se vaya tan joven y de la forma en la que ha pasado. Es terrible. No se merecía esto», mantiene otra allegada que, como todos, trata aún de asimilar la tragedia y no deja de rememorar momentos junto a Slavik.

El Ayuntamiento de Navarrés se sumó al «inmenso dolor» y decretó dos días de luto oficial. «Fue un placer tenerlo como vecino y su recuerdo siempre quedará en cada uno de nosotros», expresaron ayer fuentes de la institución. El joven, que posteriormente fue trasladado al tanatorio de Xàtiva, murió en el acto tras ser atropellado por un coche cuyo conductor, de 45 años, perdió el control de su vehículo en la travesía principal de Navarrés por causas que se están investigando. El hombre fue dado de alta en el hospital de Xàtiva tras pasar el reconocimiento médico. Al parecer, habría sufrido un desvanecimiento al volante y no recordaba lo ocurrido. Otro peatón atropellado en el accidente, natural de Chella y de 51 años, permanece ingresado con carácter estable en el Hospital General, tras sufrir un traumatismo cranoencefálico.