El operario que ayer trabajaba en Alzira en la reparación de un techo acristalado y se precitó desde una altura de seis metros se debatía entre la vida y la muerte como consecuencia de un grave traumatismo craneal.

El accidente se produjo a primera hora de la mañana en una conocida sala de banquetes de la capital de la Ribera Alta. Los trabajadores de una empresa subcontratada para la realización de labores de limpieza y mantenimiento en una estructura acristalada se disponían a cumplir con un encargo y el operario que se precipitó, un joven de 28 años natural de Torrent, fue el primero en encaramarse hacia la cubierta con el objetivo, entre otros, de fijar el sistema de seguridad, aunque no llegó a abrocharse a sí mismo el arnés.

Fuentes consultadas explicaron que todo indica que el operario se encontraba sobre una plataforma o soporte para realizar el trabajo y que, al llegar a un extremo, éste cedió, lo que provocó la caída desde unos seis metros de altura, según la información facilitada por el Centro de Coordinación de Emergencias. La investigación policial se centra en concretar el motivo de esta caída. Las mismas fuentes indicaron que el joven llevaba el casco puesto pero sin abrochar, por lo que éste no cumplió su función de proteger la cabeza y sufrió un fuerte impacto contra el suelo.

Agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron a esta sala ubicada a las afueras de Alzira tras recibir el aviso de este accidente laboral y también se solicitó la presencia de una unidad del SAMU. Encontraron al joven inconsciente tendido en el suelo. La ambulancia evacuó al herido al Hospital Universitario de la Ribera, donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Según pudo conocer Levante-EMV, su estado era muy grave o incluso crítico.

El joven trabajaba para una empresa de la comarca de l'Horta que tenía subcontratados los trabajos que se iban a realizar en esta estructura acristalada de la sala de fiestas.