La Policía Nacional ha detenido a un vecino de una finca de la calle Andrés Piles Ibars, en el valenciano barrio de Benicalap, tras un tiroteo ocurrido a primera hora de la tarde de ayer y que, al parecer, tuvo su origen en un intento de robo de droga. En principio, no se han registrado heridos, algo que parece casi milagroso, ya que una de las balas atravesó el cristal de la puerta del patio y acabó incrustada en el coche aparcado frente al número 3. Por fortuna, ningún peatón se cruzó en ese instante en la trayectoria del proyectil.

Los hechos sucedieron al filo de las dos de la tarde. Varios vecinos escucharon «entre dos y tres detonaciones» que la mayoría atribuyeron a «petardos» o «portazos».

Una de las vecinas, sin embargo, se dio cuenta de que eran disparos porque había escuchado una fortísima discusión entre dos hombres instantes antes y llamó enseguida al 112. Además, otro hombre que llegaba a casa en ese momento vio a un joven perseguir a otro y disparar contra él con una pistola, por lo que también dio la alerta.

Varias patrullas de la Policía Nacional acudieron enseguida al lugar y averiguaron que uno de los implicados es un hombre de origen colombiano que vive en régimen de alquiler en el piso donde se iba a producir la supuesta transacción de droga. Agentes del grupo de Atracos, que se han hecho cargo del caso, detuvieron al sospechoso, de 54 años, por un presunto delito de tráfico de drogas tras hallar cierta cantidad de estupefaciente.

Un impacto en el coche

Roger, vecino de la finca, se quedó «helado» cuando bajó a ver qué sucedía y se encontró con un agujero de bala en el lateral trasero de su coche, aparcado delante de su casa. «Creí que eran portazos, pero mi madre me dijo que habían sonado demasiado fuerte. Y cuando bajé, me lo encontré. Es un milagro que no haya habido heridos», dijo.