J. C., un hombre de 45 años y conductor de la EMT fue agredido en la tarde del viernes por otro que, tras adelantar al transporte público, bajó de su coche y golpeó al empleado. La víctima presenta distintas contusiones y un esguince en la pierna izquierda.

Los hechos ocurrieron en torno a las seis de la tarde del viernes cuando J.C., que conducía un autobús de la línea 2 de Valencia, realizó una parada. Se dirigía hacía la calle Islas Canarias cuando otro turismo, un mini de color azul, se cruzó en su recorrido, lo que provocó el frenazo del transporte público. Debido a la acción del vehículo, el conductor tocó el claxon, lo que al parecer, molestó al ocupante del turismo.

El coche, que se dirigía en la misma dirección que el autobús, dio la vuelta y se puso a la misma altura que éste mientras insultaba al conductor. Posteriormente, adelantó al transporte público y comenzó a frenar en varias ocasiones provocando el frenazo del convoy de la EMT que iba detrás. «No llegué a impactar con el coche, pude ir parando poco a poco y no se cayó nadie» explica J. C.

Finalmente, el ocupante del vehículo paró el coche, se bajó de éste y se dirigió a la ventanilla del conductor donde siguió insultando al conductor y le golpeó. «Me dio un puñetazo y luego intentó sacarme por la ventanilla» cuenta angustiado J.C. En ese momento fue cuando el conductor se golpeó tanto en el costado por los mandos que hay en el transporte público como en las piernas donde presenta un esguince.

Otro conductor trato de mediar

Un segundo autobús paró donde estaban ocurriendo los hechos, abrió la puerta e intentó mediar con el agresor pidiéndole «que parara y que me dejase». El hombre, entonces, paró de golpear al conductor y empezó a insultar y amenazar a éste último. «Estaba fuera de sí» relata el conductor.

Tras la llegada de la Policía, se requirió también la asistencia de una ambulancia porque J.C. no podía «poner ni el pie en el suelo». El conductor admite que el hombre «provocó una situación de peligro» puesto que prácticamente él no tiene nada «para lo que le podría haber pasado a las personas que viajaban dentro del autobús».