Dos hermanos de nacionalidad española, detenidos en Valencia cuando se disponían a atracar una sucursal bancaria, han ingresado esta tarde en prisión provisional acusados, entre otros delitos, de secuestrar a una mujer en Zaragoza y asaltar una armería en Huesca, donde el propietario resultó herido de bala.

Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia ha ordenado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los detenidos en una causa abierta por los delitos de homicidio en grado de tentativa, robo con violencia e intimidación, detención ilegal, sustracción de vehículos, falsificación de documento oficial y tenencia ilícita de armas.

Los hermanos, de 48 y 59 años y que cuentan con numerosos antecedentes, se han acogido a su derecho a no declarar. Uno de ellos se encontraba en libertad condicional cuando cometió los delitos.

Uno de los delitos por los que estan acusados es el asalto a la armería Guara de Huesca. Previamente los ahora detenidos robaron un Fiat rojo en Zaragoza a su propietaria, una mujer a la que abandonaron maniatada en el polígono industrial de la Cartuja de la capital aragonesa.

Después, sobre las 20.30 horas de esa tarde, aparcaron en doble fila junto a la armería, cuando el propietario del local estaba a punto de cerrar. Este vio a dos encapuchados a las puertas del comercio y salió a la calle para tratar de huir, momento en el que se produjo un tiroteo del que resultó herido en ambas piernas.

Los hermanos, que pertenecen a un clan de Zaragoza que acumula antecedentes por atracos cometidos en la década de los 80, se dieron a la fuga por carreteras secundarias y abandonaron el vehículo robado en las inmediaciones de la población de Candasnos (Huesca), desde donde continuaron su huida hasta Valencia.

Ambos fueron detenidos ayer en la capital valenciana cuando se disponían a atracar una oficina bancaria con armas de fuego, según informaron fuentes policiales.

En la detención, la policía, que desplegó un operativo de cuarenta agentes para frustrar el atraco, les incautó una escopeta de cañones recortados y un subfusil del calibre 7,65 milímetros, así como diversa munición.