El juez acababa de dejarlo en libertad con cargos acusado de un delito contra la salud pública, tras hallar la policía 1.500 gramos de hachís en su domicilio de Xirivella, y le había puesto una orden de alejamiento respecto de su expareja por malos tratos, pero en cuestión de horas acabó detenido nuevamente por la Policía Nacional tras amenazar a su víctima a través de una amiga.

«Dile a tu amiga que me va a tener que pagar la droga que me ha quitado la policía, que si no irá por los aires», amenazó el presunto maltratador, achacándole a su expareja que hubiera confesado ante la policía que éste escondía sustancias estupefacientes y armas en la vivienda. De hecho, los agentes de la comisaría de Xirivella también le intervinieron una pistola eléctrica.

El hallazgo de la droga se produjo cuando los agentes de la Policía Nacional acudieron a un domicilio de Xirivella tras recibir un aviso de un hombre que estaba aporreando la puerta de la casa de su expareja. Al parecer, el arrestado, de 35 años, golpeó en el labio a su víctima, quien tuvo que ser atendida en el centro de salud.