El hombre de 43 años detenido el pasado lunes en Torrent por grabar a menores con microcámaras escondidas en los vestuarios de varios polideportivos de la provincia de Valencia adquirió el primero de estos dispositivos espía en octubre de 2014 a través de una página web especializada en la venta de cámaras ocultas, según ha podido saber Levante-EMV.

Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que es en esa fecha cuando podría haber comenzado a llevar a cabo esta perturbada afición en instalaciones deportivas utilizadas por equipos de fútbol de categoría infantil, con el objetivo de grabar a menores de entre 9 y 16 años.

No obstante, hasta la fecha solo se han podido localizar dos microcámaras ocultas en falsos interruptores en un solo polideportivo, en concreto en Bétera, como ya informó ayer este periódico. Otro de los polideportivos donde se sospecha que pudo haber colocado microcámaras es en el de Massanassa. Fuentes municipales indicaron que hace meses se revisaron las instalaciones ante la sospecha de que alguien pudiera estar grabando a los menores pero no se encontró cámara alguna.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Bétera, donde el pasado 7 de mayo se hallaron las dos cámaras espía que dieron pie al inicio de la «Operación Betenasa», aseguraron que tras tener conocimiento de la colocación de estos dispositivos de grabación en la zona de vestuarios, se realizó «una minuciosa inspección, hasta en dos ocasiones, de todas las instalaciones municipales», sin que se hayan localizado más aparatos. Del mismo modo anunciaron en un comunicado su intención de personarse como acusación particular en la causa abierta contra esta persona.

Dos condenas por pornografía

El arrestado por la Guardia Civil se encuentra en prisión provisional desde el miércoles después de que la jueza de instrucción número tres de Llíria acordara dicha medida ante el «riesgo de reiteración delictiva». De hecho, el acusado de un delito de corrupción de menores y otro contra el derecho a la intimidad ya tiene antecedentes por delitos similares.

Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que es la tercera vez que se le imputa un delito de este tipo después de ser condenado hasta dos ocasiones por producción y tenencia de pornografía infantil. A raiz de las anteriores condenas el ahora detenido, vecino de Torrent, estaba recibiendo tratamiento voluntario con un sexólogo. El acusado, a quien se le intervinieron más de 320.000 archivos entre imágenes y vídeos, negó ante la juez los hechos aunque sí reconoció tener un problema tras haber sufrido abusos cuando apenas tenía nueve años.