El presunto autor de los asesinatos de los dos hermanos que vivían en la calle Císcar de Valencia ingresó en prisión ayer pasadas las 13horas tras entregarse en una comisaria de Alicante el jueves por la tarde. Al parecer, el principal motivo de esta decisión fue porque se quedó sin el dinero que habría sustraído a sus víctimas durante los meses anteriores.

Los indicios que culpaban al «cuidador» de las víctimas eran evidentes, según fuentes de la investigación, por eso el sospechoso huyó con el coche de las víctimas en el momento en el que detectó movimiento en la vivienda a través de un dispositivo que él mismo colocó para saber si los cadáveres de sus víctimas eran encontrados según informó Levante-EMV en exclusiva. «Cuando me llamaron y me confirmaron que era cierto que el asesino de Araceli y Juan Carlos se había entregado supe que ese era el mejor regalo de cumpleaños que me podían haber hecho», confesó uno de los familiares de las víctimas al ser preguntado por este periódico.

Juan Antonio D. R., de 69 años y vecino de Valencia, acudió el jueves a las 17.15 horas a una comisaria alicantina y confesó que era «el responsable» del homicidio que acabó con la vida de dos septuagenarios, de 75 y 79 años en Valencia. La Policía Nacional ahora investiga a qué otras ciudades de la geografía española también se desplazó durante el tiempo en el que estuvo fugado.

En el momento de la detención, el sospechoso no dio ninguna explicación sobre los motivos que le llevaron a cometer el crimen y se mostró «arrepentido» según fuentes consultadas. Alrededor de las 23.00 del mismo jueves fue trasladado a la Jefatura de Policía Nacional de Valencia donde permaneció toda la noche y no declaró. Finalmente, el presunto asesino abandonó ayer dependencias policiales e ingresó en prisión tal como dictó el Juzgado número 3 de Valencia encargado del caso.

«Esta persona conocía a las víctimas desde hacía tiempo pero se fue acercando más a ellos cuando Juan Carlos empezó a tener problemas con su pierna y Araceli no podía ayudar bien a su hermano», contaba un familiar de las víctimas.

«Con este hombre hemos tenido la suerte de nuestra vejez», esas fueron las palabras para describir a Juan Antonio D. R., por parte de Araceli, ahora fallecida, según contaron dos de sus amigas a este diario. La víctima se mostraba agradecida por la compañía y ayuda que éste les brindaba, lo que ella nunca habría sospechado es que él mismo acabaría asesinándolos.