De fábrica textil a criadero industrial de marihuana. Casi dos mil plantas de marihuana albergaba una antigua nave dedicada a la fabricación de productos textiles de Albaida después de que un grupo de traficantes la reconvirtiese en un gigantesco criadero de droga que ocupaba una superficie de más de 400 metros cuadrados. Las plantas han pesado algo más de 110 kilos, lo que convierte el vivero en uno de los principales de cuantos han sido desmantelados en los últimos meses. De momento, sólo hay un detenido: un hombre de 35 años de edad, natural de Madrid.

El criadero fue descubierto el pasado miércoles y viene a culminar una larga investigación de seis meses iniciada por el grupo de Investigación del cuartel de Xàtiva después de tener conocimiento de que alguien había acondicionado una nave industrial en algún punto entre la Costera y la Vall d'Albaida.

Además de las casi 2.000 plantas de marihuana, los agentes se incautaron de 150 potentes focos que procuraban luz y calor a los plantones para agilizar su crecimiento, así como numerosos aparatos de climatización, ventiladores, humidificadores y un sofisticado sistema de riego y fertilización por goteo que permitía rentabilizar al máximo el cultivo.

El detenido, cuyo nombre responde a las iniciales A. C. D., está considerado como el propietario de la plantación y ya ha pasado a disposición judicial.

Cien kilos cada dos meses

Fuentes jurídicas explicaron ayer a Levante-EMV que la instalación había requerido una inversión inicial de más de 50.000 euros, lo que ha permitido al detenido una producción garantizada de 100 kilos de marihuana de alta calidad casa dos meses. Es decir, conseguía poner en el mercado 50 kilos al mes.

Las mismas fuentes estiman en unos 700.000 euros el valor que habrían alcanzado los 110 kilos intervenidos. Las plantas estaban listas para la recolección, lo que precipitó la entrada en acción de los agentes.

Las fuentes citadas confirmaron que el detenido fue puesto el jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Ontinyent, que decretó libertad provisional con cargos.

A esta operación se le suma otra desarrollada por la Policía Nacional en Onil que ha permitido intervenir una tonelada de hachís y detener a siete personas por su presunta relación con el cargamento.

La red, según fuentes policiales, se valía de una infraestructura legal de empresas de transporte de mercancías como tapadera para introducir grandes cantidades de hachís desde Marruecos hasta España y, posteriormente, a Holanda y Reino Unido. De hecho, la organización está considerada como una de las principales dedicadas a abastecer el mercado negro de ambos países.