El padre de Diana Quer, la joven desaparecida el pasado 22 de agosto en la localidad gallega de A Pobra do Caramiñal (A Coruña), pasaba unos días de descanso en Valencia cuando se enteró de la noticia. Éste señaló que fue su hija Valeria, de 16 años, y no su exmujer, la encargada de notificarle el suceso.

La Guardia Civil investiga ahora el círculo más íntimo del progenitor como hizo con el de la madre: dónde se encontraba en las horas previas a la desaparición, qué relación existía entre Diana y él. En un primer momento, Juan Carlos Quer siguió desde Valencia las pesquisas policiales aunque no tardó en viajar hasta Galicia.

Juan Carlos Quer señaló que pasó una semana junto a su hija durante el mes de julio. En los últimos meses, Diana se había distanciado de él pero durante ese encuentro disfrutaron de «buenos momentos», según indicó el progenitor. Por otra parte, la madre de Diana solicitará en los próximos días declarar voluntariamente ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Ribeira con la intención de que se revoque la orden judicial por la que se le retiró la tutela de la hija menor y se le entregó al progenitor.

Pudo haberse subido a un coche

Los agentes barajan cuatro posibles hipótesis respecto a lo sucedido con Diana: una desaparición voluntaria, un accidente momentos antes de que llegase a su casa -pese a que no se ha encontrado el cuerpo de la joven ni marcas que prueben que hubiese ocurrido algo-. También se investiga una retención en contra de su voluntad o, incluso, el asesinato de ésta.

Asimismo, la Guardia Civil tratar de averiguar si Diana pudo subirse a un coche en torno a las 4 de la madrugada. Para ello, los agentes están analizando las cámaras que hay en la localidad y las que colocadas en la autovía dirección Ribeira y Rianxo. Al parecer, el móvil de la joven se apagó alrededor de las 4 de la madrugada, pero los repetidores del dispositivo podrían dar pistas sobre la localización de Diana. La Guardia Civil investiga si cuando la joven volvía a casa pudo subirse a un coche puesto que el registro del repetidor del móvil muestra que la desaparecida iba a una velocidad superior que cuando supuestamente caminaba hacia la vivienda familiar.