El hombre de 58 años detenido el domingo por la Guardia Civil en Silla por amenazar con un fusil ametrallador kalashnikov a los clientes de un bar alegó ayer ante el juez de Carlet que el arma se la había dado un amigo y que la cogió «para que jugase su nieto», un niño de 9 años.

El arrestado, Igor S., natural de Ucrania y que vive en Valencia con su esposa desde hace unos 13 años, según fuentes jurídicas, retó importancia a la tenencia del AK-47, un arma de guerra nacida en la Unión Soviética y muy común en todos los países que formaron parte de ella, como Ucrania.

Eso sí, aunque el fusil de asalto es auténtico, estaba inutilizado y no llevaba munición cuando fue detenido por los agentes frente al bar donde había tenido lugar la discusión que originó los hechos.

El detenido, después de pasar la noche en el calabozo, fue llevado a primera hora de ayer ante el juez de guardia de Carlet, que lo dejó en libertad provisional y ha mantenido la imputación de desórdenes públicos y de tenencia ilícita de armas.