Un exconcursante del programa de televisión «Mujeres y hombres y viceversa» ha sido investigado -lo que antes se conocía como imputado- por un delito de maltrato animal después de que presuntamente dejara morir de hambre a su perro, un bulldog americano. El animal fue llevado por su propio dueño, quien se identificó con un nombre falso, a la protectora de Paterna a finales de junio en una «situación extrema, absolutamente caquéctico, deshidratado y con leishmaniosis no tratada», según explicaron fuentes de Modepran. Un día después, dado su estado, tuvo que ser sacrificado.

La protectora denunció el caso en su día ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Valencia, quien ha abierto diligencias contra esta persona tras tomarle declaración en calidad de investigado. Éste alega que se marchó dos meses a Ibiza a trabajar y le dejó el animal a un conocido. «Cuando se lo dejé estaba perfectamente y cuando volví ya estaba a punto de morir», aseguró a Levante-EMV el acusado, quien atribuye su imputación a «una serie de malentendidos». «El perro siempre ha estado bien cuidado», remarcó.

No obstante, según reconoció, en vez de llevarlo inmediatamente al veterinario, lo tuvo cerca de un mes más con él tratando de que cogiera peso. «No tenía dinero para llevarlo al veterinario y lo estuve cuidando y dándole agua y suero para que mejorara», argumenta el acusado. «Engordó algo pero después de unas semanas empeoró de nuevo», explica.

Fue entonces cuando decidió llevarlo finalmente a la protectora de Paterna para que se hicieran cargo de él. Sin embargo, Javi C., quien ha participado en dos ocasiones como pretendiente en el conocido programa de Telecinco, dio un nombre falso y explicó que se había encontrado el animal abandonado en Valterna. «Fue un error por mi parte no dar mi verdadero nombre, pero tenía miedo», reconoce el acusado. Respecto al hecho de que el perro no tuviera chip, el joven asegura que aunque llevaba tres años viviendo con él, el animal, de nombre Mack, era de su expareja.

«Eutanasia humanitaria»

El 22 de junio, un día después de que el perro llegara a la protectora Modepran, éste fue ingresado en un hospital veterinario, donde debido a su grave estado decidieron practicarle «una eutanasia humanitaria». Los trabajadores y voluntarios de la protectora aseguran que se quedaron impactados al ver el estado en el que fue traído Astérix, como así lo llamaron ya que su verdadero dueño obviamente no dio tampoco el nombre del animal que, según él, se había encontrado abandonado. «Tenía la mirada perdida, estaba absolutamente caquéctico, deshidratado, con leishmania muy alta, y presentaba un fallo renal severo», remarcaron fuentes de Modepran.

Según el informe veterinario, «el cuadro clínico en el que se encontraba el perro es fruto de la desidia, negligencia y maltrato, pues el animal estuvo privado de alimento y con escasa agua, sin la debida atención veterinaria ni tratamiento de ningún tipo».

Fruto de las indagaciones de la propia protectora y de la Fiscalía de Medio Ambiente se pudo averiguar la identidad del dueño del perro a través de las imágenes que éste había colgado en redes sociales con el animal. Sus característicos ojos, uno de cada color, sirvieron para identificar a su propietario, quien precisamente era la misma persona que lo había llevado a la protectora. «Lo quería un montón, bastante cargo de conciencia tengo ya», alegó el acusado.