El Juzgado de Instrucción 11 de Valencia investiga la muerte de un hombre de 60 años que falleció tras mezclar varias drogas y alcohol durante un encuentro sexual en casa de un conocido suyo. El juzgado ha instado a la policía para que analice los restos de estupefaciente encontrados en el domicilio y determinar así si sufrió un ataque cardiaco por la mezcla de sustancias o si alguna de ellas contenía algún tipo de aditivo que resultó letal.

Los hechos ocurrieron en la madrugada de ayer, en el domicilio de un conocido del fallecido con quien solía tener encuentros sexuales ocasionales. Fue precisamente el dueño de la casa quien alertó al 112, al descubrir que su amigo no respondía.

Al parecer, habían salido juntos la noche anterior y, al llegar a la vivienda, continuaron consumiendo alcohol, así como cocaína y popper -nitrito de amilo-, una sustancia química, ésta última, que se suele inhalar para incrementar el placer sexual. Precisamente la ingesta conjunta de popper, cocaína y alcohol puede provocar fallo cardiaco, por lo que la autopsia ayudará a desvelar cómo se produjo la muerte en este caso.

Según el compañero del fallecido, la muerte se produjo en muy pocos minutos. De hecho, lo dejó un momento solo y cuando regresó, ya no respondía, por lo que llamó de inmediato al servicio de emergencias, que envió al lugar una ambulancia del SAMU y una patrulla de la Policía Nacional.

Los médicos de emergencias certificaron la muerte, tras lo cual el juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde hoy se le practicará la autopsia. Mientras tanto, la policía se llevó los restos de las sustancias consumidas para realizar el correspondiente análisis y determinar dónde, cuándo y a quién fueron compradas.

El pasado mes de julio, un joven de 28 años murió y cuatro más permanecieron unos días en coma en Valencia y Murcia tras ingerir popper, cocaína y éxtasis líquido, así como alcohol, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV. En el caso de Valencia, el fallecido también había participado en un encuentro sexual con un conocido.

En esa ocasión, la Policía Nacional acabó deteniendo al conocido de la víctima, que había comprado el éxtasis líquido cuya ingesta causó la muerte al joven de 28 años, y al camello que se lo había vendido a él. Ambos fueron acusados de un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas, otro de homicidio imprudente y otro más de lesiones.