Una mujer, de 31 años y nacionalidad española, fue detenida el miércoles en Valencia por un delito de abandono de menores después de que dejara en la calle a sus dos hijas de dos y seis años junto a un carrito de bebé. La madre alegó posteriormente en su defensa que se las dejó a un compañero de piso de su expareja y padre de las niñas porque se quería quitar la vida.

Fue precisamente esta persona, de origen nigeriano, la que alertó a los agentes a las 20.40 horas del miércoles informando del abandono de los menores en la vía pública. Una patrulla de la Policía Nacional que se encontraba por el distrito de Patraix se hizo cargo de las pequeñas y comprobó que éstas estaban en buen estado de salud e higiene, según fuentes policiales, pero la mayor de ellas no dejaba de llorar diciendo que su mamá se había marchado para no volver nunca más.

Las niñas fueron trasladadas a dependencias policiales, donde se les proporcionó comida y ropa para protegerlas del frío. La mayor explicó a los agentes que habían comido poco porque su madre «no tenía ganas de hacerles la comida». Asimismo relató que viven en un piso con más gente y que en ocasiones están borrachos.

Mientras los agentes hacían gestiones para tratar de localizar a los progenitores de las niñas, la madre, que había regresado al lugar donde las había dejado, llamó a su vez a la policía al no encontrarlas pero acabó detenida por abandono de menores.

La arrestada pasó ayer a disposición del juzgado de guardia de Valencia, quien acordó su puesta en libertad tras tomarle declaración. La mujer alegó que está pasando un mal momento y que «quería morirse» pero que le dejó las niñas a un conocido para que se las entregara al padre, pero que en ningún momento quiso abandonarlas a su suerte.

La Fiscalía ha solicitado el sobreseimiento de la causa al entender que no existe delito, aunque se ha dado traslado del caso a Servicios Sociales para hacer un seguimiento de la situación de las menores, que han quedado ingresadas en un centro de acogida.