Ataviados con barba blanca, gorro, cinturón y su inconfundible traje rojo, una banda de atracadores asaltó ayer al mediodía una tienda de productos Apple en el valenciano barrio de Campanar disfrazados de Papá Noel. En esta ocasión no hubo un «¡Ho, ho, ho feliz Navidad!, sino que al grito de «¡Todos al suelo esto es un atraco!» estos falsos Santa Claus se apoderaron de un cuantioso botín entre teléfonos, tabletas y portátiles tras amenazar a los empleados y clientes que en ese momento se encontraban en el establecimiento. Acto seguido, y tras encerrar a sus víctimas en un cuartito interior, los delincuentes huyeron en un vehículo, modelo BMW X5, que previamente habían sustraído.

El coche utilizado por los ladrones, que había sido robado la noche anterior en la calle Molino de la Luz de Manises, fue localizado tan solo media hora después del atraco, completamente calcinado, en un descampado situado en un camino rural que comunica con la carretera CV-37 que une Manises con Riba-roja. «Estaba recién sacado del taller, lo compramos este verano y mira cómo lo han dejado», se lamentaba David, propietario del vehículo, que ha quedado reducido a chatarra.

«Hemos visto una bola de fuego y mi cuñado ha abierto el maletero por si había alguien dentro, pero solo había disfraces de Papá Noel ardiendo», explicaba un testigo de un chalé próximo al lugar en el que agentes de la Guardia Civil encontraron el vehículo.

La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación del atraco y agentes del equipo de policía científica acudieron al lugar para realizar una minuciosa inspección del coche calcinado en busca de vestigios que permitan llegar hasta los atracadores.

Sufrieron un alunizaje en agosto

El robo se produjo en torno a las dos del mediodía en una tienda de productos Apple situada en la calle Hernández Lázaro de Valencia. Según testigos, cuatro atracadores entraron vestidos de Papá Noel y un quinto les esperaba fuera. Los dependientes no vieron que portaran armas, aunque sí que se mostraron en todo momento muy violentos y los introdujeron por la fuerza en un cuarto. Este mismo negocio ya sufrió el pasado mes de agosto un alunizaje, aunque los ladrones apenas se llevaron botín al saltar la alarma de humo.