Un joven, de 19 años y nacionalidad ecuatoriana, que se encontraba en busca y captura desde el pasado mes de julio tras ser denunciado por violar presuntamente a la novia de un amigo, se personó ayer voluntariamente ante el Juzgado de Instrucción número once de Valencia, que lleva su caso, para ponerse a disposición de la Justicia. Según la denuncia interpuesta por las víctimas en su día, los dos amigos se intercambiaron sus respectivas parejas sin que ellas fueran conscientes de ello aprovechando una noche de fiesta en la vivienda de Valencia de uno de ellos. Cuando a la mañana siguiente se despertaron una de ellas se percató de que estaba desnuda y tenía al sospechoso encima de ella.

Ambas jóvenes, de 19 y 21 años, y origen boliviano, acudieron esa misma mañana a una comisaría denunciando haber sido víctimas de una agresión sexual por parte del novio de la otra. Un médico forense las exploró para saber si había signos de violencia y el grupo de Agresiones Sexuales de la Policía Nacional tomó muestras biológicas de ambas, que serán aportadas a la causa como elemento de prueba.

Reconocen que bebieron bastante

Los investigadores cotejaran ahora las muestras tomadas a la supuesta víctima del joven que se entregó ayer en el juzgado para determinar si éstas coinciden con su perfil genético y no únicamente con el de su novio, con el que ella sí confirmó haber mantenido relaciones consentidas esa noche.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 9 de julio en un inmueble del barrio de Tres Cruces de Valencia, propiedad del otro joven imputado en la causa. Según la versión de las denunciantes, ambas parejas se quedaron a pasar la noche en dicha vivienda. Aunque reconocen que bebieron bastante alcohol, las jóvenes aseguran que en ningún momento se plantearon la posibilidad de acostarse con el novio de la otra y que fue al amanecer cuando descubrieron que éstos se habían intercambiado sin su consentimiento.

Por su parte, uno de los presuntos agresores, que huyó al extranjero tras los hechos, alega que esa noche todos ellos habían bebido mucho y que se trató de «sexo consentido». El acusado se encuentra en libertad después de que el juez retirara la orden de búsqueda y detención tras tomarle declaración. En el juicio se determinará si ambos amigos se intercambiaron sus respectivas parejas aprovechando el estado de embriaguez de éstas sin su consentimiento y si por lo tanto se trató de una agresión sexual.