Para evitar que la abuela se llevase a la niña a vivir al País Vasco. Ése es el móvil que llevó a Stylianos Messinezis, de 49 años, a asestar dos puñaladas con un cuchillo de cocina de 20 centímetros de hoja a su hija de 22 meses cuando estaba con ella en el sofá de su casa, en Benifaió, pasadas las diez y media de la mañana del domingo. Una en el costado y otra en la espalda. Con clara intención de asesinarla y de vengarse de su madre, la etarra Sara Majarenas, que ya había iniciado los trámites de separación de Messinezis hace unas semanas. Un nuevo episodio de violencia machista en la que la víctima ha sido una niña de 22 meses de edad que sigue luchando en la UCI del Hospital La Fe por sobrevivir.

Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, Sara le había comunicado a Stylianos que iba a pedir que le retirasen la custodia de la niña y que en marzo, cuando cumpliese los tres años -el límite legal para poder seguir viviendo con su madre en prisión-, la pequeña se iría a vivir con su abuela a San Sebastián porque no quería que siguiese con su padre.

El domingo por la tarde, Stylianos debía entregar a la niña, como cada fin de semana que se la quedaba, en la prisión de Picassent, donde la pequeña vivía con su madre en el módulo especial para reclusas con hijos. La menor nació en marzo de 2014, cuando Majarenas llevaba nueve años en la cárcel. Tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, la madre de la pequeña es la etarra arrestada en una céntrica pensión de Valencia el 17 de febrero de 2005 cuando estaba a punto de atentar, junto con su entonces novio y compañero del comando Levante Mikel Orbegozo, contra «un coronel médico, un guardia civil o el inspector-jefe de la comisaría de Mislata», según la sentencia por la que fue condenada en 2007 a 12 años de prisión. Ambos llevaban, además, una lista con más de 1.100 posibles objetivos, entre los que figuraba el nombre de Rita Barberá, entonces alcaldesa de Valencia.

Se conocieron en la cárcel de León

En 2013, cuando la donostiarra cumplía condena en la cárcel de Villahierro (León), conoció a Stylianos Messinezis, que estaba preso por tráfico de drogas. Ambos acabaron inscribiéndose como pareja de hecho y de esa unión nació la pequeña a la que su padre ha intentado matar ahora. Majarenas fue trasladada en febrero de 2014 a la prisión de Soto del Real (Madrid), tuvo a la niña en marzo y luego fue llevada a la penitenciaría de Aranjuez (Madrid), donde permaneció hasta julio de 2015, cuando madre e hija fueron trasladadas a Picassent.

En cuanto Stylianos salió de prisión, se fue quedando a vivir en las distintas ciudades donde estaba presa Sara. Eso le permitía visitarla a menudo y recoger muchos fines de semana a la pequeña, como permite el protocolo para que tengan contacto con la calle, y la reintegraba de nuevo a su madre los domingos por la tarde. Por esa razón, el presunto agresor llevaba desde 2015 viviendo en Benifaió, en un piso compartido con otros tres hombres.

El domingo pasado, aprovechando uno de los últimos fines de semana con la pequeña antes de que cumpliese los tres años, decidió matarla. Tras asestarle las dos cuchilladas, la dejó sola y ensangrentada, con el pulmón perforado, en el salón y se fue cerrando la puerta tras de sí. En una de las habitaciones dormía uno de los inquilinos, que no se enteró de nada, ni siquiera cuando la Guardia Civil y la Policía Local de Benifaió, en cuyo retén se acababa de entregar Messinezis confesando haber matado a su hija, aporrearon la puerta blindada del piso y acabaron desguazándola para poder entrar a rescatar a la menor tras escuchar sus llantos.

La niña fue inmediatamente evacuada al Hospital de la Ribera, en cuya UCI permaneció hasta que lograron estabilizar sus constantes vitales. A las tres de la tarde fue evacuada al Hospital La Fe, donde fue sometida a dos intervenciones quirúrgicas. Aunque en un primer momento se temió por su vida, los pediatras de la UCI de La Fe, donde permanece la pequeña, sedada y con ventilación artificial, se muestran optimistas sobre su evolución. Aún así, se mantiene el pronóstico reservado hasta que transcurran las primeras 48 horas.

La Generalitat asume la tutela

Mientras el equipo de Policía Judicial de Carlet tramitaba el atestado y tomaba declaración al detenido, que pasará en breve a disposición judicial, la Generalitat Valenciana inició el expediente para asumir temporalmente la tutela de la niña. Fuentes de la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas aseguraron ayer a este diario que estudiará su caso para ver si se le retira la custodia a los padres. No obstante, los abuelos de la niña, que llevan desde el domingo por la noche en Valencia para estar cerca de su nieta, negaron esa posibilidad y aseguraron que lucharán por ella. «Eso es imposible, la niña está bien con su madre», insistió la abuela.