Uno de los socios de un conocido pub de Valencia se enfrenta a una petición de pena de ocho años de prisión por violar presuntamente a una joven en su local, estando éste cerrado al público, en noviembre de 2013. Según relató la víctima en el juicio, celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia, el acusado le arrancó el vestido y la forzó sexualmente en un sofá del establecimiento después de regresar al mismo de madrugada para coger una botella de agua para su amiga, que se encontraba indispuesta en el coche del procesado.

Las jóvenes habían estado de fiesta esa noche en el pub del acusado, con quien la víctima estuvo bailando y en actitud cariñosa, según confirmaron los testigos que declararon en la vista oral. Después de que éste cerrara el establecimiento en torno a las 4.30 horas, se ofreció a llevar a las chicas a otro local de ocio, donde seguir la juerga. Dos horas más tarde las muchachas, «que se encontraban mareadas por el alcohol ingerido», según el relato del fiscal, le pidieron que las llevara hasta el lugar donde tenían estacionado el coche.

Así, con el pretexto de coger una botella de agua porque una de ellas estaba indispuesta, el acusado hizo una parada en su local, donde entró acompañado de la víctima. Es en ese momento cuando las versiones difieren sobre lo ocurrido. Por un lado el acusado insistió en su inocencia y alegó que ambos, personas adultas, tuvieron sexo consentido.

Sin embargo la denunciante relató cómo éste le pidió que le diera un beso a cambio de la botella del agua, y cuando ella se negó el acusado comenzó a meterle mano por debajo de la ropa. La joven le insistió en que parara, según aseguró ante el juez, pero éste siguió e incluso le quitó el vestido, dejándola en ropa interior.

La víctima trató de escapar y se encerró en el baño, pero la puerta carecía de pestillo, y pese a apoyarse contra la misma desde dentro, para impedir que su agresor la abriera, el hombre consiguió sacarla por la fuerza y agarrándola del brazo la arrastró hasta un sofá situado junto a los aseos. Pese a la insistencia de la joven en que no quería nada con él, el procesado se bajó los pantalones y la violó, según el relato de hechos que recoge el fiscal en su escrito.

La chica logró escapar del local aprovechando el momento en el que entró su amiga, y ya desde la calle le mandó mensajes tanto a ella como a un amigo, que trabajaba en este mismo pub, pidiéndoles ayuda. Esa misma mañana la joven denunció la violación.