La Policía Nacional ha detenido en València a dos mujeres de 38 y 43 años como presuntas autoras de los delitos de hurto y robo con fuerza, tras apoderarse de las joyas y dinero de dos domicilios al hacerse pasar en uno como enfermeras de un anciano y en otro, como trabajadoras del administrador del edificio.

Según fuentes del cuerpo policial, las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento de que a una mujer de 80 años le habían sustraído unos 1.100 euros de su domicilio, un joyero con varias joyas y varios décimos de lotería.

En el transcurso de las pesquisas, los agentes descubrieron otro robo en un segundo domicilio de València. En este domicilio, cuando llegó su propietaria se encontró a dos mujeres vestidas con una bata blanca: una estaba auscultando a su padre, enfermo de alzheimer, y la otra salía de su dormitorio, por lo que trató de retenerlas sin conseguirlo.

En la huida a una de ellas se le cayó una bolsa de plástico con su documentación. En este caso, no fue sustraído ningún efecto.

Los agentes averiguaron la identidad de las sospechosas y, tras ser localizadas, fueron detenidas como presuntas autoras de los delitos de hurto y robo con fuerza. A una de ellas se le entregó la documentación que había perdido.

En el primer caso, el que destapó los robos y que acabó con una octogenaria desvalijada, se utilizó un modus operandi relativamente similar. Entonces, la víctima se encontraba en el balcón de su casa cuando una mujer que estaba en la calle le pidió subir a su domicilio alegando que iba de parte del administrador y que tenía que revisar varios defectos.

La mujer le abrió la puerta y, cuando la sospechosa llegó al domicilio, le pidió un vaso de agua con azúcar, accediendo de esta manera al interior y dejando la puerta abierta.

Después de beberse el agua, se dirigió con la mujer a la terraza y, tras permanecer un rato con ella mirando las obras de la finca de enfrente, le dijo que se marchaba puesto que había llegado la persona que esperaba.

Cuando la octogenaria fue a su habitación, se percató que las puertas del armario estaban forzadas (las tenía cerradas con llave) y los cajones abiertos, además de faltarle unos 1.100 euros, un joyero con varias alhajas y varios décimos de lotería.

Tras diversas pesquisas, los investigadores arrestaron por estos hechos a dos mujeres de nacionalidad española; una de ellas con numerosos antecedentes policiales. Después de ser oídas en declaración, fueron puestas en libertad, no sin antes ser advertidas de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando para ello fuesen requeridas.