La Policía Nacional investiga la muerte violenta de dos mujeres de 48 y 47 años cuyos cuerpos fueron encontrados, con un intervalo de menos de una hora, en València y en Gandia. En el primero de los casos, la Policía arrestó anoche al amigo íntimo de la fallecida, acusado de su muerte, y en el segundo caso, los agentes esperan a que la autopsia aclare si se trata o no de un asesinato.

La primera muerte fue la de Gloria Amparo Vásquez, una mujer colombiana de 48 años, que falleció al caer por el hueco de la escalera desde un cuarto piso, en el número 9 de la calle Tres Cruces, frente al Hospital General de València. Eran las 17.15 horas. Al parecer, la mujer no residía en ese inmueble, pero sí un hombre con el que mantenía una relación sentimental esporádica y que anoche fue detenido y llevado a la Jefatura Superior de Policía de València, según varios vecinos.

«Escuché un golpe seco y salí enseguida a ver qué había pasado», relata J. C., un vecino de la finca. «Salí y vi a la mujer tirada en el suelo. No se movía. Aún tengo el estómago revuelto de la impresión». No fue el único en darse cuenta. Maruja, otra mujer que reside en el cuarto piso, desde donde se precipitó Gloria Amparo, explica que «solía venir a veces a visitar a este hombre. Su bolso estaba tirado en el rellano, con todas sus cosas caídas por el suelo».

La finca se llenó en pocos minutos de policías nacionales, después de que varios vecinos alertaran al 112. El equipo médico del SAMU que acudió no pudo hacer nada por la mujer, tan sólo certificar que había fallecido. Su cuerpo fue levantado y trasladado al Instituto de Medicina Legal de València apenas dos horas más tarde, al filo de las siete y media.

Tras entrevistarse con los vecinos, los policías localizaron al dueño del piso, un hombre español de 53 años, separado y que residía solo. Al parecer, negó inicialmente que conociese a Gloria, pero los testimonios de los vecinos llevaron a la policía al convencimiento de que no decía la verdad.

No sólo eso. Además, agentes de la Policía Científica hallaron rastros de sangre en el timbre de su piso, lo que terminó de levantar las sospechas contra él, de manera que los agentes del grupo de Homicidios desplazados al lugar le pidieron que les acompañase a la Jefatura Superior para intentar aclarar su papel en lo sucedido. Poco después fue detenido y anoche permanecía en los calabozos policiales, a la espera de pasar a disposición del juez de Instrucción número 18 de València, que ayer estaba en funciones de guardia.

El juez espera a los resultados de la autopsia, que se le practicará esta misma mañana, para establecer si el sospechoso la empujó con el propósito de tirarla o si la caída fue accidental durante una pelea.